Después de más de 30 años de descarnada sinceridad, el matrimonio de la leyenda del comic underground Robert Crumb y su esposa Aline sigue, dice ella, fabulosa contadora de historias de voz grave, "haciéndose reír el uno al otro" y tratándose de un modo tan afectuoso como burlón.
-Y dime Robert -pregunta Aline en la cena- ¿Afectó en los sesenta el LSD a tu trazo?
-Sí, claro. Tomé unas 15 veces, y lo dejé -responde él -. Primero dejé las anfetaminas, luego el ácido, los porros, el alcohol y finalmente América.
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