lunes, 5 de enero de 2009

Quantum of Solace


“Somos maestros en año sabático y nos ganamos la lotería”, dice en un mal español Bond, James Bond, al registrarse, junto a un policía italiano y una funcionaria inglesa, en el Andean Grand Hotel (sic) de La Paz, Bolivia. Se trata de una escena de “Quantum of Solace” de Marc Forster (2008), la más reciente aventura del 007, quien desde que dejó de llamarse Pierce Brosnan se ha dedicado a ser Daniel Craig y a dejar un vasto reguero de muertos y ruinas tras de sí. El nuevo Bond ya no bebe lo que solía tomar y no conserva el pelo intacto después de pelear con medio mundo: este Bond es real, es decir, es un personaje de ficción hecho a la medida de los tiempos que corren: alta geopolítica, deslumbrantes avances tecnológicos, rápido declive ambiental, mujeres vengativas y furiosas, hombres corruptos, mercenarios, dobles agentes, Italia, Haití Austria, Inglaterra, Bolivia (Venezuela y Brasil son mencionados de paso), pobreza, riqueza, más pobreza. Lo dicho: el mundo de antes (a los amigos se les arroja, una vez muertos, a la basura), el de siempre (ganan los ricos, pierden los pobres), el de ahora (aquí no se perdona a nadie). Queda un consuelo: los millonarios maestros en año sabático dejaron a un indio pobre, Evo Morales, en el poder.