Tres soldados, una mujer y dos hombres, regresan a casa después de estar en Irak y se topan con una Norteamérica sorda antes sus cuitas. Con este argumento, el director Neil Burger (2008) logra hacer una interesante película que será recordada, empero, por una razón bastante menos interesante: un tornado completamente gratuito que logra el milagro de producir una erección. ¿No bastaba con la magnífica escena de la fiesta en la casa del millonario cuando los miembros de la familia anfitriona y los tres soldados hablan sobre el devenir de la guerra? No, aparentemente no bastaba y entonces metieron el estúpido tornado...