"Hace cuatro mil años que nos aterrorizan estas religiones organizadas! Pero la Tierra existe desde hace cuatro mil millones de años y puede defenderse contra esos minúsculos cuatro mil años… Es la idea según la cual no podemos vivir sino bajo las órdenes del hemisferio izquierdo del cerebro, ignorando totalmente su parte animal, pagana, física, natural y absurda. ¿Cómo pudimos ignorar a tal punto la naturaleza para dejarnos engañar por la Biblia o el Corán? ¿Cómo pudimos aceptar tan dócilmente ese calendario ridículo de doce meses, con meses de los que ni siquiera sabemos si tienen 28, 29, 30 o 31 días? El cuerpo sabe que hay trece meses: las mujeres sangran trece veces por año, hay trece lunas llenas. Pero el cristianismo no tolera el número 13… Entonces, suprimiéndolo, se imaginó más fuerte que la naturaleza. En los rascacielos de Nueva York, no existe el piso decimotercero: eso dice mucho de la influencia de la religión en Estado Unidos. En Islandia, el país que hasta el momento había sido el más puro de Europa, también pasó: los hombres terminaron por imaginarse más fuertes que la naturaleza y empezaron a realizar grandes construcciones. Volta es una película de horror cómica: sueño con el día en el que la naturaleza se revele… La veo caminando, pesada y ruidosamente, por las calles de Nueva York, entrando en cada edificio para agregar con la mano el “13” en los tableros de los ascensores… Hace cuatro mil años que duerme y deja hacer. Pero ya se cansó: es necesario terminar por admitir que no somos más que una tribu que debe vivir con la naturaleza y debe olvidar las pretensiones de civilización y de propiedad. Somos fundamentalmente paganos y vamos a tener que aceptarlo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario