"Acostumbro a usar, alternadamente, dos relojes de pulso. El que prefiero, por motivos sentimentales, muestra sólo el día del mes. El otro, además del día del mes, muestra el día de la semana. Desde que era niño nunca me acuerdo, sin hacer algún esfuerzo mnemónico, en qué día del mes estamos. En los últimos años, como trabajo solamente en casa, tampoco me puedo acordar, sin movilizar mi memoria, del día de la semana”.