viernes, 20 de febrero de 2009

Algo huele mal

Y muy mal: Ricardo Caicedo es un mal mentiroso; la mortal explosión del Club El Nogal no suena en ninguna parte salvo en el Club El Nogal; Servientrega es entrega segura; en todas las emisoras de Bogotá suena una canción de Naty Botero (la cantante); Naty Botero (la actriz) es actriz (sic); el protagonista se echa encima unos carbones calientes para simular quemaduras; un perro, Nerón, orina al hombre “más afortunado del mundo”; un médico juega con su estetoscopio; otro fuma pipa y usa corbatín; las mujeres son amantes o esposas; los detectives del CTI son seres humanos, pensantes y envidiosos; los tragos dobles de whisky en Bogotá los sirven sencillos; la esposa del héroe es la amante de un profesor de natación, supuestamente gay, que es -casualmente- sobrino de la secretaria del héroe; la esposa infiel del esposo infiel cita a Jorge Luis Borges. ¡Stop! Jorge Alí Triana es el director de esta película; ¿alguien necesita más razones? Yo no.