sábado, 28 de febrero de 2009

Ken Stansell dixit

"Tres días antes de nuestro rescate, los tres americanos, frente a todos, estaban en una requisa. Las Farc estaban requisándonos, y ella (Íngrid Betancourt) estaba supervisando con las Farc esa requisa. ¿Sabes cómo me sentí allá, doblados en el piso sacando todo de mi equipo en una requisa donde una persona, un secuestrado, estaba colaborando con ellos para hacernos una requisa? Eso es verdad. No hay mentira, todos son testigos de eso".

viernes, 27 de febrero de 2009

Groucho Marx dixit

Al recoger el Oscar honorífico que le concedieron en 1974, dijo: "He pasado una noche inolvidable..., pero no ha sido ésta".

jueves, 26 de febrero de 2009

"Íngrid me defraudó" dice Juan Carlos Lecompte y los lectores de El Espectador opinan

Caqueflo
Juan Carlos, Hermano, lo que le pasó a Ud. fué lo mejor... librarse de semejante arpía. Con todo lo que Ud. hizo y trabajo para que el mundo y Colombia no se olvidara de Ingrid, y está ingrata no tener el caracter de al menos darle una explicación de su comportamiento y la decisión de alejarse de Ud. Eso demuestra la clase de tipa que es esta señora. Así que fresco que ya vendrá otra que tenga mejores sentimientos que la Betancourt.
Carlos Ricardo
amigo ella siempre estba enamorada de el frances, claro hecho calcuradora y sabia q usted estaba ma de platica entonces le parecio facil de sir q amaba a el diplomatico europeo, ademas conloq dicen los americanos ala larga le hicieron fue un favor , y calamado q aingrid le salio de nuevo eltiro por la culata , por el papá de lso hijos no le pone cuidado,a ella se el olvido q eseman tiene mucho billete = a mujeres bellas. A LA
kin
triste destino el de esta tortola prisionera,no ya de la farc,sino de su egoismo,que para saciar su voracidad,tuvo que desgarrar los mismos estandartes que habia desplegado al viento en su vida politica.devorar su propia gloria,es el castigo de aquellos,cuya ambicion esta por encima de su virtud
laurentk65
Como se ve que ninguno de los que opinan ha enfrentado ni les ha tocado de cerca un secuestro. Me pregunto como reaccionarian cada uno de los que opinan aqui si permanecieran mas de 6 años secuestrados, amarrados por cadenas, privados de todos sus derechos sin contacto con sus seres queridos, con la incertidumbre de no saber si el dia siguiente estaran con vida. En una situacion extrema y anormal como la que vivieron Ingrid Betancourt y los demas secuestrados, lo unico que prima es el sentido de supervivencia y muchas normas sociales y relaciones normales dejan de existir. Terrible para los liberados despues de pasar pruebas tan duras y malos tratos de la guerrilla tener que enfrentar el juicio morboso y el maltrato de los insensiblesque ni imaginan lo que es un secuestro!!
MARYCOM
FINALMENTE AL PAIS LE HUBIERA SERVIDO MEJOR QUE ESA VIEJA SE HUBIERA QUEDADO CAUTIVA Y HUBIERAN LIBERADO A OTROS QUE SE LO MERECIAN MAS
NO Y ESO NO ES NADA SI LA SEÑORA SE CREE FRANCESITA PUES QUE SE QUEDE ALLA EN FRANCIA Y QUE SE LLEVE A SU MAMITA Y A SU FAMILIA Y USTED JUAN CARLOS QUEDESE Y SI EN ALGUN MOMENTO DESEA HACER CAMPAÑA POLITICA AQUI TIENE UNA AMIGA QUE LE AYUDARA ESO LE VA A PASAR A INC¿GRID POR FALTONA Y NO LA VIERON EN LA REVISTA JET SET CON ESE TIPO QUIEN SABE SI ES PARA SACAR PROVECHO DE PRONTO DE SU PLATICA
barbaratheo
Qué lengua la suya, por Dios, seguro si le dedica mas tiempo a su vida en lugar de andar leyendo "Jet-Set" y sacando conclusiones venenosas, usted estaría mas satisfecha, feliz y dejaría a los demás vivir sus vidas sin inmiscuirse de esa manera tan tonta.
MARYCOM
ME PARECE MUY SENSATO SU COMENTARIO Y LO DEL PREMIO NOBEL MAS LO MERECEN PERSONAS QUE HAN SOPORTADO MAS TIEMPO EN LUGAR DE INGRID VEANLA COMO CUALQUIER PERSONA NO MAS Y SI DIERAN EL PREMIO SE LO MERECE MAS EL HIJO DE MONCAYO O CUALQUIER OTRA PERSONA MENOS ELLA SOLO POR SU PROTAGONISMO NO ES JUSTO, ADEMAS YA NO DEBE VENIR AL PAIS MAS QUE SE QUEDE DONDE ESTA QUE MEJOR HACE ALLA Y NO ACA DONDE NO SE LE QUIEREDELE ESPACIO A OTRAS PERSONAS Y QUE TAL LO DE CLARA ROJAS O SEA QUE LA SEÑORA INGRID LA MENOSPRECIO Y TODO LO QUE ELLA DEBIO SOPORTAR POR SU CULPA BUENO MI DIOS HACE JUSICIA
barbaratheo
Pues me parece muy simplista de parte de Juan Carlos conceder este tipo de entrevistas, en dónde le despierta el morbo a todos. Señor, repito, las acciones de cada cual deben ser hechas a conciencia, sin esperar nada a cambio, así que no tiene nada de qué quejarse. La gente cambia, el amor muere, ella cambió en la selva y simplemente la relación con usted terminó. Punto. Esas cosas pasan y se deben aceptar.No entiendo tampoco la actitudo de muchos colombianos, qué irrespetuosos son al opinar, todo es basado en chismes, dires y diretes. Disculpen, pero eso refleja baja cultura.
Emerio Alonso
Saludos Don Juan Carlos. Dele gracias a Dios que se libero de tales señoras, porque realmente se libero de las dos, de Dña SOBERBIA Pulecio y de doña INGRATITUD Betancurt. Y... Premio Nobel para Ingratitud? Como Le pregunte a la Presidenta de Chile, cuando la postulo, y que hizo Ingratitud para merecerlo? Y eso que dizque tiene los pies (La Sra Presidenta) en la tierra.! Lo merecen el Presidente Uribe, el Glorioso Ejercito Colombiano. Ellos si que lo merecen! TODOS LOS COLOMBIANOS NOS DEBEMOS UNIR PARA QUE LAS DEJEN EN FRANCIA. NO OLVIDEMOS LO MAL QUE HABLARON DE MI QUERIDA COLOMBIA Y LO BIEN QUE HABLARON DE FRANCIA Y DE LOS VECINOS ADEPTOS A LAS FARC.!!! UNASE A NOSOTROS DON JUAN CARLOS!!!!
chanchan
El comportamiento de la ingrid muestra la arrogancia, el orgullo y la prepotencia de ella; pero no sólo de ella. También de doña Yolanda y de los hijos de ingrid. Pobre huevón, ignorado en público, ante las cámaras. Esa señora se merece el premio nobel de la actuación teatral: "llora" cuando quiere exacerbar el sentimiento internacional hacia ella.
michinga
Por la campaña de lacompte logro conciencia pero sobre el secuestro porque la verdad condidata a la presidencia si pero posibilidades ninguna y menos ahora que conocimos su escencia y vemos como primero su mamà despotrico del pais sin nadie poder hacer nada poruqe le entendiamos el dolor y la aguantamos y a toda su familia de le gracias a Dios que hay una persona memos secuestrada que es lo abominable y olvide el resto como queremos los colombianos ojala ella y toda su familia se quede en el exterior.
elmasintenso
NO LLORES POR ESA FRANCESA CHIVIADA NO BOTE POLVORA EN GALLINAZOS CON ESA DESAGRADECIDA
pascualina
INGRID Y JUAN CARLOS:FRESCOS!!!!.....NO HAY SECUESTRO QUE DURE CIEN AÑOS...NI MATRIMONIO QUE LO RESISTA...
Marie Martin
CALIDAD DE GRINGOS QUE VINIERON A DAR LAS GRACIAS AL EJERCITO DE COLOMBIA. O SEA APRENDIERON LAS ENSEÑANZAS DE SU CASA.A INGRID LA LIBERAN Y LAS GRACIAS PARA FRANCIA A QUIEN SEGUN SUS PALABRAS (INGRID)LE DEBE LA VIDA.UNA VEZ LIBERADA A CORRER A FRANCIA Y DESPUES A DEVOLVERSE A LATINOAMERICA A DARLE LAS GRACIAS A LOS PRESIDENTE CORREA Y CHAVEZ TAMAÑAS GONORREAS PARA EL PAIS.PERO SU LIBERTAD TAMBIEN SE LA DEBE A ELLOS .QUE SRA INGRID MAS DESPISTADA....HIJA DE MAMA YOLA COMO DECIA EL REGALADO DEL MANTECO DEL LUIS ELADIONATURALEMTE MAMA YOLA TIENE RAZON AGRADECEN A FRANCIA EL QUE FRANCIA LAS MANTEGA DE LA CARIDAD FRANCESA QUE SUMA MUCHOS EUROS Y ASI MAMA YOLA SE PUEDE SEGUIR DANDO LA VIDA QUE QUIERE: GAFAS CRISTIAN DIOR,ANILLOTES PARA EL DEDO MEÑIQUE,RELOJ CARTIER,CARTERA S GUCCI
BADULAQUE
¡Tranquilo Sr. Lecompte se libró usted!Ingrid Betancourt es la representación alegorica de la hipocresía y la malditidad. Han debido tirarla del Heli y devolverla a la selva para que se la comieran no solamente los mosquitos sino......¡Que porquería de mujer! Ella anda por el mundo dizque en representacion de los secuestrados de Colombía ¿Como así? Esta Sra. detesta a los pobres, lo mismo que el Stonehenge de la vieja Pulecio y la porquería de familiares que tiene. Cuando trabajó con el estado nadie gustaba de ella por arrogante y prepotente ¡¡¡¡Todo se lo debo a Francía!!! Cuando pisó suelo francès ¡Lacra de m....! Si el presidente Uribe hubiese dado la orden no hubieran liberado a nadie¡¡¡ Y andan diciendo que fué Chavez y Turbantico quienes lo hicieron!!! ¡Puaaff
Psicomnesis
admiro su valentia, su lucha incansable por la mujer amada. vivir lo que a usted le ha tocado no es nada facil. y no se trata solo de mostrarse como "varoncito", decir que no siente dolor, o que se va a vengar de ella. eso se le deja a aquellos machsitas que creen que si no obtienen lo que quieren entonces se van contra ello con toda su furia. yo destaco la clardiad con que ha abordado el problema. no es facil ponerle punto final a una historia que no paraba de ser narrada. pero se que Ingrid perdio mucho, pues soy de lo que me he decepcionado de ella. no se si era que no la conocia bien, o que el secuetro la cambio de una manera abrupta. deseo de todo corazon que pueda cerrar ese capitulo en su historia y que siga hacie adelante con sus nuevos proyectos. mucha suerte.
alakran
Definitivamente, los colombianos sufrimos de amnesia colectiva, recordemos cuando este señor Lecompte salia en los medios yendose lanza en ristre contra todo el mundo, por que habia que concentrarse en lliberar a una aristócrata rebelde que se hizo secuestrar en una de sus pataletas de niña rica, para llamar la atención y meter al pais en un lio sin presedentes; cuando el gobierno la liberó, doña Yolanda, Lecompte y demás oportunistas, han tenido que meterse la lengua en el c.... y ahora viene este pobre pendejo sin dignidad a hacerse la victima cuando todos vimos que casi lo bajan a patadas del avión que se llevó a la arrogante de Ingrid y familia a Francia; si viste como te pagaron por lambon? acércate donde Uribe haber si te ayuda, seras capaz ahora? jódete ¡cabronazo!
anrodri
Que pena con ustedes.. se me olvidaba mencionar a la porqueria de Yolanda Pulecio!!! Hombre Lecompte.. Dele gracias a DIOS que usted también se liberó!!!
Este señor debería mas bien cambiar de mentalidad y agradecerle a la vida que aún puede restablecerse y que se liberó de Ingrid y de los dos sabañones asquerosos de hijos que tiene. Hermano, de verdad, usted me parece un buen tipo.. recapacite!!!!
adolfoleon
Para el presidente Uribe y para mi, La Betancurt es el paquete chileno mas grande en la historia del pais. Que era candidata? siiiii pero posibilidades de ganar?..... ?????bruta al retar las farc, penso que esa organizacion era para jugar y vea el lio en que metio a todo un pais, ella misma se busco su secuestro.....pero a ese cuento le falta, porque fue secuestrada? nadie lo a podido descifrar, quizas tenia pensado y calculado un premio nobel.....y desaparecio del pais porque?...?? y los demas secuestrados que.....las falimias de estos fueron los que lucharon para la liberacion y quedaron viendo un chis.......cobardia? o billete.........menos mal Mt Lecompte se libero de esa pecueca............
Novalelapena
Hombre Lecompte, déle gracias a la vida que lo libró de semejante falsaria. NOBEL DE LA PAZ no puede merecer alguien que no ha hecho casi nada por ella. Lo que hiza con su casi autosecuestro fué darse enorme publicidad inmerecida, minimizar la imagen de los demás secuestrados y poner a los gobiernos colombianos en serias dificultades. Lo que debe Colombia es declararla PERSONA NO GRATA por hablar mal del país y de su democracia.
picola
para el señor Lecomte lamento de verdad, verdad la respuesta de Ingrid con usted, somos muchos colombianos que vimos su lucha y su constancia por la libertad de ella, usted se merecia mayor calidez por parte de ella y por lo menos una buena y larga conversacion con usted. Pero igual esa es la vida, pero en todo caso para todos aquellos que opinan doña ingrid merece nuestro respeto, como todos aquellos que salen de tan largo viacrucis, nuguno sabe que hay en su corazon y mente.
anrodri
De acuerdo.. es más.. alguien tiene el video de justo el día anterior al secuestro de esta señora en el que se las dio de berraca yendo en contra de las advertencias de seguridad del gobierno?? Deberíamos armar un grupo en Facebook EN CONTRA DE INGRID PARA EL NOBEL DE PAZ y colocarlo de portada!!!
cadimar
Juan Carlos sigue adelante sin hablar mal de Ingrid. La selva y el secuestro es un hecho que cambia a las personas. Que el amor se acabe, no es culpa de nadie. Sin embargo, NO estoy de acuerdo con la nominacion de Ingrid para el premio Nobel de la Paz., pues unos pocos meses de lucha, no bastan para ganarselo.
XANATUS
La vida de ha desmotrado al ex de Ingri que no se puede dedecar a denigrar del Gobierno así porque si. Vi todo el cuento de la liberación y la Betaancourt le propino un certero desplante de desprecio. Lecompte lo que debe es buscarse una buena hembra colombiana. Una hembrota de verdad y olvidar el pasado sin tantas preguntas que lo único que hacen es atormentarle. Aquí todos cometemos errores y la Ingrid le resultó falceta.
BARACUS
LO RARO ES QUE ESTA VIEJA NO LE DIO LA OPORTUNIDAD O LECOMPTE PARA EXPLICAR CUALQUIER DUDA QUE ELLA TUVIERA, PERO DE NADA BUENO SE PIERDE TIENE MAS CARNE UNA EMPANADA DE HUEVO, O SERA QUE EN LA SELVA CONOCIO MUCHOS BEJUCOS.
ferrart
Este hombre hizo todo esto por PURO AMOR. Eso se le abona. Mucho berraco haber aguantado tantos años sin su esposa. La actitud de Ingrid es grosera, ofensiva y demuestra su falta de clase. Pero que se puede esperar de ella, si su mama Yolanda Pulecio mostro el cobre durante el secuestro. Muy diferente la señora Clara de Rojas. Aguanto con dignidad y estoicismo el secuestro de Clarita. Se le noto la clase. Juan Carlos adelante con su vida, busquese una mujer normalita que lo ame. Usted se la merece, es un buen tipo. Y olvidese de Ingrid, ni siquiera trabaje para ella. Ella no merece un tipazo como usted.
Cipayo
El que le da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro... e Ingrid fue perro sin amo, tanto que supo no dejarse encartar como sí se dejó doña Clara de un niño guerrillero.

martes, 24 de febrero de 2009

3 de marzo de 2000

3 de marzo de 2000. Charly García está en el noveno piso de un hotel en Mendoza, Argentina. Tras una discusión, salta desde el balcón, cae veinte metros y acuatiza en la piscina. Las cámaras, que no faltan nunca y en ninguna parte, van a buscarlo hasta la escalera de la piscina (sí, en Argentina las cámaras tienen vida propia). Ahí está Charly, se acomoda el pelo, dice que la experiencia le gusta, repite: “Yo no digo que voy a saltar; yo voy y salto”.
Y saltó.

lunes, 23 de febrero de 2009

El Gran Hermano suple a todo personaje político: él es el comandante en jefe, el guardián de la sociedad, el dios pagano y el juez supremo

"Jamás he dado ni una sola orden para que se vigile la vida privada de las personas. Soy un hombre leal, que juega limpio con sus opositores y no les hace trampa." (A.U.V. dixit)

viernes, 20 de febrero de 2009

El obispo británico Richard Williamson dixit

"Los judíos inventaron el Holocausto, los protestantes son ordenados por el diablo y el Vaticano ha vendido su alma al liberalismo".

Algo huele mal

Y muy mal: Ricardo Caicedo es un mal mentiroso; la mortal explosión del Club El Nogal no suena en ninguna parte salvo en el Club El Nogal; Servientrega es entrega segura; en todas las emisoras de Bogotá suena una canción de Naty Botero (la cantante); Naty Botero (la actriz) es actriz (sic); el protagonista se echa encima unos carbones calientes para simular quemaduras; un perro, Nerón, orina al hombre “más afortunado del mundo”; un médico juega con su estetoscopio; otro fuma pipa y usa corbatín; las mujeres son amantes o esposas; los detectives del CTI son seres humanos, pensantes y envidiosos; los tragos dobles de whisky en Bogotá los sirven sencillos; la esposa del héroe es la amante de un profesor de natación, supuestamente gay, que es -casualmente- sobrino de la secretaria del héroe; la esposa infiel del esposo infiel cita a Jorge Luis Borges. ¡Stop! Jorge Alí Triana es el director de esta película; ¿alguien necesita más razones? Yo no.

Lo que una persona no está en condiciones de llevarse para otros lados

Se ciernen espíritus (a modo de viñetas) tras mi hombro derecho. Fresco en ese hombro. A este propósito: “Tengo el sentimiento de que en la habitación, además de mí, hay otros cuatro”. (Evitar la necesidad de contarse entre ellos).
W. B., Rasgos capitales de la primera impresión de haschisch

Una mañana de jueves, habría transcurrido un mes de la muerte de Camilo, decidí entrar en su habitación -que había permanecido rigurosamente cerrada- con el fin de encontrar alguna razón que pudiera explicar su suicidio. Toda muerte nos deja frecuentemente sin palabras, ésta en particular –Camilo era mi hermano mayor- había sumido a mi familia en un silencio donde no cabían preguntas ni respuestas.
Un lector ideal, joyceano o proletario, no deja de sorprenderse cuando enfrenta decenas de papeles de una historia ejemplar como los que hallé diseminados a lo largo y ancho de su cuarto (revisé con cuidado la cama doble, el colchón, la cortina, la ventana, la biblioteca –libro por libro, página por página-, las fotografías y reproducciones, los discos, las cartas numeradas, los recortes de periódicos y revistas, la ropa, los zapatos, los artículos de aseo personal). Lo que aquí sigue es un cuadro de revelaciones que aflora apenas recubierto por una delgada capa de pintura. Creí por entonces –hablo de 1966 y todavía lo creo- que la llamada narrativa de índole testimonial debía procurar ser lo más fiel posible a la realidad a la que pertenece: Camilo es el símbolo colombiano de aquellos años y aquí están sus aciertos y errores en su propia voz y en las voces de quienes lo amaron y combatieron para que cada cual concluya lo suyo. No busquen, sin embargo, la gratuita correspondencia en cada nombre, situación u objeto. He ahorrado poco, debí cambiar esto por lo otro. Quizás algún sobreviviente me acuse de traidor: no lo soy, no lo he sido, no lo seré. Debo decir que, con todo, uno que otro apodo de guerra, alguna infidencia familiar, un extraño color en el cielo bogotano han quedado a salvo, al menos por ahora, de la exhibición pública...

Julio César Cortés, amigo de Camilo:
-¿Militante o simpatizante?
El hombre de la puerta que nos recibió a Galo y a mí alcanzó a mostrarme el camino hacia la habitación que congregaría a siete simpatizantes deseosos de adentrarse en arduas reflexiones en torno al devenir de la historia, las sociedades y sus instituciones. Galo era, a la fecha, presidente de la Federación Universitaria Nacional. Yo era su secretario y viejo amigo de Camilo. Desde que él hizo público su deseo de irse para Lovaina, la FUN le organizó una gran despedida.

Marcela Lara, madre de Carlos Villarreal:
¿Puede uno confiar en un grupo armado que se presenta de la siguiente forma: “¡Viva la unidad de los campesinos, obreros, estudiantes, profesionales y gentes honradas, que desean hacer de Colombia una patria digna para los colombianos honestos!?” Demasiados adjetivos calificativos en una sola frase, me parece. Así se lo hice saber a mi hijo[1].

Camilo, carta a nuestra madre:
Darling: por algunos informes de última hora decidí ocultarme durante algún tiempo mientras la situación se clarifica, de acuerdo a lo que hemos hablado. Creo que así estarás más tranquila y yo lo estaré también. Tu situación económica está asegurada para este tiempo y para cualquier imprevisto. Estoy en lugar y compañía seguros. Apenas pueda te escribo. Cuídate mucho, acuérdate que tu valor siempre me ha alentado y que si hago algo por Colombia es, en gran parte, debido a ti. Tienes que estar a la altura de las circunstancias. Te dejo la bendición y mándame la tuya. Te adora, Camilo.

Gladis, hermana de Camilo:
Nuestra familia es así. Por ejemplo, Joaquín, el tatarabuelo, murió fusilado por haberse convertido en cabecilla del gobierno local en 1816. Fue uno de los fundadores de la Patria Boba.

Georges Minois, autor de Breve historia del diablo:
¿Qué es exactamente el diablo? ¿Cuál es su sustancia? ¿Tiene un cuerpo? ¿Cómo actúa? ¿Cómo se desplaza? ¿Cuál es su aspecto? ¿Por qué desobedeció?

Miguel, hermano de Camilo:
Camino con Martha, la secretaria de mi padre. A las afueras de la Universidad, un par de obreros desconocidos nos entrega una pala y una escoba para que las devolvamos al Country Club. Martha me acaricia muy suavemente. Primero en la espalda, luego entre las piernas. Le pregunto porqué lo hace. Le muestro cómo me ha dejado. Ella, que nunca me ha dicho nada, me habla de ampliar los horizontes del placer. Profesoras del Liceo Cervantes entran con nosotros al edificio principal del Club pues ahí funciona un servicio psicológico. Pienso en lo que Martha me dirá ahora cuando ganemos la calle. Día y hora precisos se van acomodando en nuestras cabezas. Descendemos por una calle cercana a un puente. A pesar de los vidrios oscuros, vemos a varias personas acostadas en el suelo de un banco. Asalto guerrillero, le digo a Martha. En vez de regresar por donde veníamos y avisar a las autoridades, cruzo la calle. Un policía se da cuenta y me dispara. Logro protegerme. Por segundos: una bala entra en mi brazo izquierdo. Cierro los ojos, escucho cómo el policía se acerca a rematarme. ¿Me habrá tomado por uno de los asaltantes o es mi padre que censura la relación prometida con su secretaria?

Richard Noll citando a Goethe, a propósito de Jung (en lo que a mí me parece que es una referencia a mi hermano):
Con el afán misionero de salvar las almas de sus compañeros humanos destruidos, el caballero se pregunta qué hacer con su idealismo despilfarrado. Al fin comprende que afortunado él, si todavía puede encontrar una mujer o un amigo en quien depositar individualmente lo que estaba destinado a toda la humanidad.

Walter J. Broderick, biógrafo de Camilo:
Así, efectivamente, los hechos lo han demostrado. Ocho años más tarde, cuando ya no figuraban en política la mayoría de aquellos que alguna vez habían sido camilistas, Fabio Vásquez y los hombres del ELN seguían librando la guerra de liberación. Muchos habían caído en el campo de batalla; varios habían desertado, algunos inclusive se habían pasado al enemigo; y las filas guerrilleras fueron diezmadas una y otra vez por las embestidas del ejército. Pero sobrevivían. Más aún, aumentaban.

Saúl Yurkievich, autor de Julio Cortázar: mundos y modos:
La revolución será también erótica, una superación de los dualismos y antagonismos sexuales, una reconquista de la libertad amorosa, una reunificación andrógina de los cuerpos con el universo.

Una fotografía de Camilo en el monte:
Fabio Vásquez Castaño, Víctor Medina y Camilo; enero de 1966. ¡La revolución colombiana es asunto de varones, sí señor!

Luis Sepúlveda Lizarazo, autor del musical Padre Camilo Superstar:
Camilo (fingiendo enojo): ¡Pero si tú eres un bandolero analfabeto, según El Tiempo, El Espectador y CNN!
Fabio (sonriente): Sí, “un sangriento antisocial que quiere vengar la muerte de su padre...”
Ambos (a carcajadas mientras limpian sus armas de dotación): ¡Cuánto pesa la muerte de un padre en Colombia!

Marcel Proust, autor de En busca del tiempo perdido:
Si me diese siquiera el tiempo suficiente para realizar mi obra, lo primero que haría sería describir en ella a los hombres ocupando un lugar sumamente grande (aunque para ello hubieran de parecer seres monstruosos), comparado con el muy restringido que se les asigna en el espacio, un lugar, por el contrario, prolongado sin limite en el Tiempo, puesto que, como gigantes sumergidos en los años, lindan simultáneamente con épocas tan distantes, entre las cuales vinieron a situarse tantos días.

Pregunta X: ¿Y qué fue de la vida de Peter y Paul, los revolucionarios que estudiaron con vos?
Responde W: Regentan un bar de boleros en Cali coronado por los retratos de Celia Cruz y Olga Guillot. El hijo de Peter vende drogas. La hija de Paul es diseñadora de modas.
En el momento de iniciar esta narración la desgracia de las malas noticias no acababa de salir de casa. Camilo y yo compartimos la habitación por algún tiempo. Hace años. Madre envejeció sin él, todos los hicimos. Todavía lo escucho: es evidente, tú no lo comprendes, no lo comprendes en lo más mínimo. Su voz era única, en el púlpito encantaba. ¿Qué habrá pensado cuando se iniciaron los combates y su columna lo abandonó? Calzaba 39. El amor de Dios es el más tramposo que existe, repetía. Era extraño oír a un cura hablar así. Cantaba, le gustaba cantar. Sólo una parte de él murió con él. Habladurías. Fabio huyó hacia una isla con el dinero de la organización. A Manuel, su hermano, quizás el compañero del ELN con mayor formación política, lo mataron. A Olaya Herrera lo mataron. A Uribe Uribe. A Gaitán lo mataron. A su eminencia Luis Concha Córdoba lo mataron. ¡Larga vida a las FARC-EP! Al dictador Laureano Gómez lo mataron. Al general Álvaro Valencia Tovar lo mataron. A Jaime Arenas lo mataron. A Pardo Leal. A Pardo Buelvas. A Edgar Mejía Vargas. A Luis Carlos Galán. A Antonio Escobar Bravo. A Pablo Escobar Gaviria. A José Mejía Toro. A Carlos, Hernandito y Eduardo Pizarro Leongómez. A Juan David, Jorge Luis y Fabio Ochoa Vásquez los mataron. A Adelaida, Edgardo y Héctor Fabio Abadía Rey. En este país todo queda en familia. Pekín informa, Radio Moscú, Radio Praga Internacional, Radio Venceremos, Radio Habana Cuba, China reconstruye. A la bióloga Nelly Vivas. A Tirofijo lo mataron siete veces. A Jacobo Arenas, seis. A Bateman. A Navarro. A Fayad. A Carlos Lleras Restrepo. ¡El voto es miseria y opresión! ¡El Pueblo en el Frente Patriótico de Liberación con el Partido y el Fusil hace la Revolución! ¡Viva el PCC (M-L), FPL, EPL! A Boris. A la Chiqui. A Toledo Plata. Al dictador y general Gustavo Rojas Pinilla, y a su bufón favorito, Lucio Pabón Núñez, los mataron. A José Fedor Rey o Javier Delgado o El Monstruo de Tacueyó; la misma mierda da. Al padre Manuel Pérez. Al magistrado Alfonso Reyes Echandía. A Efraín González Téllez, el bandido que hizo célebre aquello de “aquí libraron su lucha dos valientes batallones contra un cobarde que se defendió con una escopeta”. A Trotsky: el 24 de mayo de 1940, el pintor David Alfaro Siqueiros y sus cuñados asaltaron la casa de este viejo dirigente bolchevique en México y secuestraron y mataron a su secretario; el 21 de agosto de ese mismo año, Ramón Mercader terminó la faena y le clavó el acero toledano hasta la empuñadura; dos orejas y rabo; el torero salió por la puerta grande de la Plaza de Sangre de Moscú. Al Ché Guevara le cortaron los pies. A Víctor Jara le cortaron las manos. Erich Honecker, líder de la República Democrática Alemana, sí murió de viejo en Santiago de Chile en 1994.
Camilo adoraba escuchar a Billie Holiday. ¿Sabes que era lo que más le gustaba a Camilo de Lovaina? Caminar por las orillas del Dyle. Gerardo Bermúdez Sánchez dudó entre meterse una línea de cocaína o desflorar a un muchacho campesino antes de ser abatido en el barrio de Los Acostados, estratos uno y dos. Pedro León Arboleda se tragó las obras completas de Enver Hoxha y Kim Il Sung antes de caer muerto en el barrio Vipasa, estratos tres y cuatro. Iván Marino Ospina se orinó y cagó en los pantalones antes de que un militar le destrozara la testa en el barrio Los Cristales, estratos cinco y seis. ¡El M19 no se rinde! Los hermanos Calvo. Los hermanos Martínez. Vera Grabe. Los hermanos Vásquez Castaño. Los hermanos Castaño Gil. Gloria Lara. Las hermanitas Calle. Los hermanos Rodríguez Orejuela. Ingrid Betancur. Habladurías. Mi hermano se pegó un tiro al verse rodeado. Un hombre que ha abrazado la causa del amor y la justicia es incapaz de matar aunque empuñe un fusil, el único acto de violencia del que es capaz es hacerse daño a sí mismo. ¡Santo milagro! ¡Redención para el redentor! El guerrillero se desplomó frente a un batallón de valientes soldados colombianos que luego acomodaron el cadáver para que pareciera dado de baja, muerto en combate, caído en la lucha por la liberación nacional. Ejército nacional: modelo de virtudes (que lo diga Claudia Schiffer que posó, muy firme y muy maja, junto a seis hijos de la patria). Moscas.

Novena fotografía del cadáver de Camilo:
Con los brazos en cruz y el rostro caído sobre el pecho.

Otras eminencias, los hermanos Gómez Hurtado, hablaron por la radio local, regional, nacional e internacional:
Es de pensar que, por las muchas dificultades que tuvo en la vida de hogar y en su vida social, Camilo P. haya llegado a experimentar un desequilibrio mental que lo condujo al fracaso, pero esperamos que Nuestro Señor, en su infinita bondad, le haya perdonado sus errores y por su misericordia salve su alma...

Un perro, en una casa vecina, ladró cerca de diez minutos. Después calló. Apagué un cigarrillo. Había estrellas en la recién parida noche bogotana. Tomé agua. Salí a la calle. Caminé. Delante de mí se extendía una ciudad en verano. A lo lejos, podía escuchar los cuarteles y clubes sociales que bullían de emoción. Por encima de los bosques de los cerros navegaban tranquilas nubes.

Y los muertos, los muertos, los muertos.

[1] N. de T.: La proclama en cuestión es el Manifiesto de Simacota y con él se dio a conocer públicamente en el país, el Ejército de Liberación Nacional, ELN. Carlos Villareal y Andrés Sierra eran los seudónimos de Fabio Vásquez Castaño y Víctor Medina.

Velas encendidas para el Pibe

“Nada teme más el hombre que ser tocado por lo desconocido”
Elías Canetti, Masa y Poder

En el sueño hay decenas de velas encendidas a lo largo de una autopista. Dioses de religiones africanas y americanas protegen a los hombres que saltamos a la cancha vestidos de amarillo, azul y rojo pero a duras penas nos damos cuenta de que ya ha sonado el pitazo inicial, apenas nos percatamos de la existencia del balón. Los hombres de Rumania lo llevan de aquí para allá y nosotros corremos detrás de ellos sin saber qué hacer. Estamos fuera de control, hemos olvidado las indicaciones del técnico y lo único que queremos ahora es que esta pesadilla termine de una vez. La tierra se mueve lentamente, el reloj se detiene, los noventa minutos se convierten en una eternidad. Nuestro estilo de juego es excepcional, eso escribieron los diarios pero lo que mostramos en este primer partido es para olvidar. La fantasía ha quedado atrás, la promesa no se ha cumplido. Alguien apaga, una a una, las velas y nos maldice.
Una mañana sorprendo a mi madre y a mi padre haciendo el amor. Aunque ya no soy un niño, mi madre me trata como a uno. Me toma de la mano y sentándome en sus piernas me dice que Dios creó el cielo y la tierra y puso en el Paraíso a hombres y mujeres que, ingratos, dejaron de reverenciar al Padre Fundador y se dedicaron a frotar sus sexos. Dice que a veces se siente extraviada en esta tierra de nadie y que por eso corre a abrazar a mi padre. Dice que él se aprovecha de esos momentos de vulnerabilidad y la obliga a hacer cosas que ella no quiere. Yo la miro. No digo nada. Yo la escucho unir palabras y palabras y más palabras.
El espíritu de un muerto conocido irrumpe en mi fiesta de cumpleaños sin ser invitado. “Hombre, ¿por qué has venido desde tan lejos a molestar a mis invitados?”, le pregunto. El hombre se marcha sin pronunciar palabra. En el sitio de la concentración, le refiero esta historia a un periodista argentino que me interroga sobre mis creencias. Le digo que creo en Dios, en la Virgen María y en ciertos espíritus que rondan el aire. “¿Pero, Pibe –me inquieta el reportero- vos crees en tus piernas, en tu talento, en tu capacidad de mover al equipo con una sola mirada; crees, en últimas, en la pelota?” Textos de salmos, melodías corales, me hacen pensar en mi Santa Marta natal; de repente ya no estoy en Los Ángeles sino en Pescadito. Una hermana de mi mamá se acerca, al final de un partido entre familiares, y me regala un escapulario. “Esto te protegerá de todo mal”, me advierte. Yo le digo, sonriendo, que el escapulario no ha impedido que mi equipo pierda 5 a 3.
Desde hace meses hay rumores en los medios: dicen que ganaremos el Mundial, que somos la mejor selección, la más completa, la más compacta, la que se entiende a ciegas, la que juega de memoria, la que salta a la cancha con ventajas, la que inspira miedo, la que humilló a Argentina en el Monumental. Lo que nadie dice es que somos once muchachos colombianos que temblamos de susto, que somos una sucesión casi interminable de sujetos tímidos que poco o nada tienen que decirse los unos a otros, somos un pasillo largo y oscuro que nadie recorre, somos los favoritos pero si tuviéramos la oportunidad de rescribir el libreto dejaríamos todo esto tirado y regresaríamos a Bogotá en el primer avión.
Santos blancos, santos negros: que se unan sus pedazos, que entre todos conformen un balón, que el cuero honre a la vaca que lo parió, que la pelota ruede, que se eleve por los cielos, que corra por la gramilla, que sea aire en nuestras cabezas, que sea pluma en nuestros pechos, que sea bala en nuestras piernas, que sea gol, triunfo, campeonato, vuelta al estadio. Santos blancos, santos negros: confundan al enemigo, tracen jugadas falsas, inventen lesiones donde hay leves dolores, inventen expulsiones donde hay faltas menores, inventen peleas en las tribunas para que nuestros rivales se distraigan, escondan el balón, no lo dejen ver, que si ellos lo tienen que tocar que sea cuando lo saquen del fondo de la red...
Lo que resulta mal contra Hagi y su corte, resulta peor cuando enfrentamos a la selección anfitriona, Estados Unidos de América. Somos un manojo de nervios, impotentes vemos cómo nuestras ilusiones se transforman en goles en contra. La multitud que antes enarbola banderas tricolores, ahora ruge, escupe, llora, increpa. Abandonamos la gramilla con la cabeza entre las piernas y la vergüenza rozando el suelo. En el camerino, ciertas miradas buscan a los culpables del desastre. “No pierdan el tiempo –les digo cuando se hace insostenible el silencio- yo soy el capitán del equipo y asumo plena responsabilidad de los hechos”.
Santos blancos, santos negros: despejen el camino a la portería de Suiza, siembren en el campo a sus defensas, enloquezcan a su arquero...
Es demasiado tarde...
El avión despega y deja atrás, una inmensa cola de humo blanco. Abajo, la ciudad de Los Ángeles se pierde entre las brumas de una mañana de junio. Abajo quedan los hinchas que empeñaron el alma por venir a acompañarnos, los comentaristas deportivos que no encuentran adjetivos para calificar nuestro comportamiento, los apostadores energúmenos, las pelucas desteñidas que imitan mi larga cabellera. Arriba, a bordo de ese enmudecido Boing 767, la selección de fútbol de Colombia regresa a casa tras haber sido eliminada en la primera vuelta de la Copa Mundo de 1994. Nadie tiene humor para ver la película que repite caídas y pastelazos, casi nadie prueba el desayuno de frutas frescas, muy pocos logran conciliar el sueño, dos o tres logran enhebrar retazos de conversaciones. A mi lado, Andrés juega con una baratija electrónica que compró en el aeropuerto. El sonido intermitente del artefacto me recuerda algún conjuro, un rezo, una oración que nos pondrá de nuevo en la senda ganadora. “No te preocupes, Carlos –me susurra Andrés- ya vendrán días mejores”.
Cuando el piloto anuncia que entramos a territorio aéreo colombiano, en el fondo del avión estallan unos pocos aplausos y gritos. Miro a Andrés. Pienso que sí, que ya mañana saldrá el sol.

lunes, 16 de febrero de 2009

Los derechos de petición deben ser respondidos por los funcionarios, por ley, en máximo diez días hábiles. De lo contrario pueden ser sancionados.

Granada (España), 10 de febrero de 2009
Señor Presidente
ÁLVARO URIBE VÉLEZ
Presidencia de la República
Bogotá

Respetado señor Presidente:
Como miembro del Grupo de Colombianas y Colombianos por la Paz, denominado por la prensa inicialmente como “Grupo de Intelectuales”, como firmante de las dos cartas en las que se les propuso a las FARC el diálogo epistolar, como autora del libro “Sí al Acuerdo Humanitario. Razones Históricas, Políticas y Jurídicas para Realizarlo” y como activista del acuerdo humanitario me declaro arbitrariamente aludida por el discurso del señor Presidente, pronunciado en el Consejo Comunal de Villavicencio del pasado 7 de febrero, en el que denunció la existencia de un “Bloque Intelectual de las FARC” que, en sus palabras, defiende el accionar de dicha organización subversiva “simplemente hablando de paz”. Al margen de la decisión de los representantes del grupo de Colombianas y Colombianos por la Paz de hacer caso omiso al referido discurso del Presidente, considero que, de confirmarse la voluntad de sindicación de pertenencia del Grupo con las FARC, dichas palabras son constitutivas del delito penal de “calumnia”, establecido en el Código Penal colombiano, y no pueden pasarse por alto. Adicionalmente, es de señalar que ellas atentan contra nuestra seguridad, derecho al buen nombre y honra, pues no somos integrantes de las FARC ni avalamos ninguna de sus actuaciones; por lo contrario, rechazamos la violencia, investigamos sobre la paz y actuamos en función de nuestro legítimo convencimiento de la viabilidad de la solución pacífica del conflicto armado colombiano. Por lo anterior y en ejercicio del DERECHO DE PETICIÓN, establecido en el artículo 23 de la Constitución Política, me permito realizar las siguientes preguntas:
1- ¿Cuál es el referido Bloque Intelectual de las FARC, a que hizo referencia el señor Presidente de la República, en el Consejo Comunal de Villavicencio del pasado 7 de febrero de 2009?
2- ¿El referido Bloque Intelectual de las FARC tiene representación en el organigrama de dicha organización armada ilegal?
3- ¿Quiénes integran el Bloque Intelectual de las FARC?
4- ¿Dónde opera el Bloque Intelectual de las FARC?
5- ¿Por qué es peligroso para el país y las Fuerzas Militares que el mencionado Bloque Intelectual de las FARC “hable de paz”?
Así mismo me permito preguntar sobre los siguientes aspectos constitucionales y legales de la política de Seguridad Democrática del Gobierno, los cuales resultan de vital importancia para quienes, desde la academia, estudiamos e investigamos para encontrar fórmulas y caminos que conduzcan a la paz en Colombia:
1. ¿Sí o no considera el Gobierno que en Colombia existe conflicto armado?
2. ¿En caso de negarse la existencia de conflicto armado, cuál es el soporte legal de las bajas del Ejército y los bombardeos en contra de los miembros de la guerrilla (dentro o fuera de combate) si en Colombia no está establecida, constitucional ni legalmente, la pena de muerte?
3. ¿Es para el Gobierno aplicable en Colombia el Derecho Internacional Humanitario?
4. ¿Cuál es la posición oficial del Gobierno frente al acuerdo o intercambio humanitario?
5. ¿Puede el Gobierno aceptar un diálogo abierto con las FARC al margen de la exigencia de desmovilización y/o rendición de sus miembros?
Cordialmente,

CATERINA HEYCK PUYANA

Blanco es, gallina lo pone, frito se come

"Me preocupa perpetuar al presidente, pero tampoco puedo ser políticamente irresponsable. Tengo que mirar con suma responsabilidad política que, por lo menos, estas ideas fundamentales, sin perjuicio de que se mejoren, puedan seguir dirigiendo a Colombia. Mi generación no ha vivido un período de paz, no ha vivido un período sostenido de prosperidad, no ha vivido un período sostenido de superación de pobreza. Eso también me obliga a poner todo el cuidado en el futuro político de mi país", dijo Álvaro Uribe Vélez.

¿La reelección indefinida de Chávez garantiza la reelección indefinida de Uribe?


domingo, 15 de febrero de 2009

Sobre el diente de Onetti

Por Juan Sasturain
Este año se cumplen los cien del nacimiento de Juan Carlos Onetti (foto) y –esperamos– menudearán los homenajes, los estudios, las reediciones del oscuro, extraordinario maestro uruguayo. Ojalá, además, crezca el número de sus lectores. Seguro que sí. Onetti es una vacuna que hay que darse alguna vez al menos en la vida. No te cura ni te salva de nada, pero te preserva de algunas de las formas más difundidas de la estupidez contemporánea. Precisamente, creer que todo puede ser previsto o remediado. No es poco.
Uno de los primeros síntomas de la saludable oleada de prosa de y sobre el autor de El astillero que se avecina es un oportunísimo libro presentado como ensayo (liviano rejunte de clases para alumnos universitarios de EE.UU., una introducción básica, en realidad) que le acaba de dedicar Mario Vargas Llosa: El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti, se llama. No es la primera vez que el diestro narrador peruano dedica un libro entero al estudio de un autor, un colega novelista de antes o de ahora. Ya lo hizo, sin tanto apuro, con Flaubert en La orgía perpetua; con Victor Hugo en La tentación de lo imposible; con García Márquez en la Historia de un deicidio –allá lejos y hace tiempo, en 1971, antes de las piñas y la secesión ideológica–, y en los ’90 con su coterráneo José María Arguedas en La utopía arcaica. El autor de Conversación en la catedral es un lector atento y entusiasta que, cuando encuentra o busca o convierte a alguien en objeto de estudio, lo usa y desmenuza con soltura y alevosía: lo convierte en pretexto sintomático para confirmar ciertas tesis personales –opiniones sobre lo que debe ser la narrativa de ficción, sobre por qué América latina está como está, etc.– que le interesa una vez más subrayar.
No está mal, es lo que suelen hacer críticos que no escriben tan bien como él. Pero tampoco es suficiente, sobre todo en este caso: el Onetti de Vargas Llosa es –además de un libro apurado y con añadidos flagrantes como el largo prefacio– sorpresiva, irremediablemente pobre. Quiero decir: su lectura del universo Onetti, su perspectiva, lo achica o –mejor– pareciera que le queda grande, acaso porque el instrumento con el que lo aborda no es el adecuado. Me animo: ésta no es una crítica de libros sino un comentario al pasar, pero no creo que Vargas Llosa se hubiese atrevido a publicar esto en vida del Viejo Malo. Lo del “estilo crapuloso” y el desdén por la obra de Roberto Arlt dan un poquito de vergüenza ajena.
En síntesis, más allá y más acá de los elogios a la novedad y el aporte trascendente de Onetti a la narrativa contemporánea –que son sinceros, no faltan ni podrían faltar–, al analizar la vida y los relatos del uruguayo el autor reitera una y otra vez (es un curso para alumnos más o menos despistados, no un texto para lectores informados) la tesis de que toda su obra no es más que la reiteración de un único recurso vital y narrativo: la huida hacia la ficción, el intento de escapar de las incomodidades de “la realidad tal como es” a través de la fantasía y la invención o creencia desesperada en mundos alternativos.
Pero no sólo eso: Vargas Llosa, tácita o explícitamente, encuentra en la vida y psicología del hombre Onetti las razones de esa elección narrativa, y va más lejos: postula que, mutatis mutandis, lo que muestran los personajes de Onetti y Onetti mismo en vida y obra es el mal que aqueja a América latina toda y la causa de su subdesarrollo (sic): no ser pragmáticos, ir detrás de utopías, optar por la fuga hacia lo imaginario, elegir la irrealidad. Lo que en última instancia era lo que el autor –Onetti mediante– alevosamente quería demostrar o no dejar de opinar, al menos.
Más allá de cualquier consideración, hay un tramo (el mejor, lejos) del libro en que el notable narrador Vargas Llosa cuenta cómo conoció al Viejo Malo en 1966 en una reunión de Pen Club en Estados Unidos. Es memorable lo de San Francisco, con beatniks incluidos... Varguitas era por entonces una joven y locuaz promesa de treinta años –con La ciudad y los perros triunfante y La casa verde por ganar– y Onetti, un admirable monstruo callado e intimidante que le llevaba un cuarto de siglo largo de vida y literatura. De ahí vienen varios cruces entre amistosos y filosos que el peruano recoge una vez más, convalida acá. Uno, cuando al contraponer sus formas de trabajar –uno sistemático y de rutina diaria, el otro de a raptos y sin plan– Onetti dijo que Vargas tenía “relaciones matrimoniales” con la literatura y él, “adúlteras”. Y la mejor, años después, cuando al reportearlo –ya retirado de todo, incluso de la fama– para la prolija televisión francesa, el Viejo notó que le miraban el único diente que le quedaba en uso y dijo: “En otro tiempo tuve una magnífica dentadura, pero se la regalé a Vargas Llosa”.
Ese diente solo sigue mordiendo más que todo el comedor del prolífico Mario.

¿Y si pasa lo peor?

Por Brian Eno
Aquello que va a cambiar todo no es siquiera un pensamiento. Es más una sensación. El desarrollo humano hasta ahora estuvo guiado por un sentimiento de que las cosas podrían y pueden ir mejor. Había nuevas tierras para conquistar, nuevos pensamientos de los que nutrirse. Las grandes migraciones en la historia humana nacieron del sentimiento de que había mejores lugares donde vivir.
¿Pero qué pasaría si este sentimiento de repente cambia? ¿Qué ocurriría si en vez de sentir que estamos parados en el borde de un continente salvaje lleno de promesas empezamos a sentir que estamos en un bote salvavidas atestado de gente, en aguas hostiles y preparados para matar por el último pedazo de comida?
Tal vez ocurra lo siguiente: los humanos quizá se fragmenten aún más en bandos más egoístas. Proyectos a largo plazo podrían llegar a ser abandonados. Fuentes que ya son escasas se agotarían rápidamente después de que todos intentasen conseguir una parte.
Este es un pensamiento oscuro, pero uno para tener en cuenta. Los sentimientos son más peligrosos que las ideas porque no son susceptibles de ser evaluados racionalmente. Crecen silenciosamente, se desparraman subterráneamente y de repente estallan.
Brian Eno es artista, compositor, productor de U2, Talking Heads, Paul Simon.

Tomás Eloy Martínez dixit

-En "La mano del amo" narra una escena en la que el protagonista, de chico, es obligado por su madre a besar un muerto. ¿Es autobiográfico?
–El primer recuerdo infantil que tengo es cuando mi madre me alza en brazos ante el ataúd de mi abuelo y me dice: tenés que besarlo. En esa medida sí, es autobiográfico. Yo recuerdo ese momento con imborrable espanto. Sobre todo porque ese contacto fue el hielo de la muerte. Ya no me acuerdo, casi, de ese libro. Debería volver a leerlo.

Perspectivas económicas




Daniel Ángel (Danny, para los hijos del presidente Uribe) responde

-Siente que David Murcia (el de DMG) lo utilizó?
-No. A mí no me utilizaron. El día en que me capturaron me dijeron eso las autoridades: que yo era un pelado bueno y que me habían usado de gancho ciego. Jamás me sentí utilizado. Solo trabajaba mucho y me ganaba un supersueldo.
-¿Cuánto le pagaba mensualmente Murcia?
-35 millones. Era un sueldo el berraco, pero me lo sudaba. Y creía en ese sueño de Murcia de que quería ser muy rico y acabar con la pobreza. No sé si pequé de ingenuo, pero no puedo decir que me utilizó.

sábado, 14 de febrero de 2009

Frozen river

Una tragedia (norte)americana; otra más, dirigida esta vez por Courtney Hunt (2008). Espléndida actuación de Melissa Leo como esa mujer abandonada, sin esperanzas ni dinero, pero con agallas suficientes para arriesgarlo todo en nombre de una nueva casa para ella y sus dos hijos. ¡Y vaya Navidad tan triste!¡Y vaya mundo tan pero tan miserable!

El prisionero de guerra norteamericano Robert Stirm (1973) y el secuestrado colombiano Sigifredo López (2009) regresan a casa




"Antes" y "Después" por William Hogarth (1697-1764)




Un poema de Jorge Mario Mejía Toro

AQUÍ había una pared
De este lado su cabeza
-del otro mis libros-
se golpeó hasta perder el sentido

Que lo tiraron al Cauca
-dijo la voz al otro lado de la línea-
pero que no lo torturaron casi

Un día me fui -para otro lado-con mis libros
Ella hizo tumbar la pared
Quedaba aquí

A mi madre, Eugenia
A mi hermano José Gabriel, desaparecido en febrero de 1986.


viernes, 13 de febrero de 2009

Incluso los rockeros tienen madres y padres

Elton John, Frank Zappa y David Crosby.





Robert Crumb por Robert Crumb

Mientras agonizo

Por Juan Forn
Tengo un amigo en Inglaterra (nada que ver con el gremio literario, el tipo es médico, pero le gusta con locura leer) que, como yo, va a cumplir este año los cincuenta y, como yo, anda viendo signos y señales por todas partes, últimamente. “¿Tres libros hacen tendencia?”, me escribió hace poco en un mail en el que avisaba que me estaba mandando, con una persona que viajaba a la Argentina, tres libros que acababa de leer y que me instaba a leer a mí también, en el mismo orden en que lo había hecho él. Es que nos hemos juramentado para encontrarnos en algún momento de este año, preferentemente a lo largo del mes en que primero él y después yo cumpliremos los cincuenta, para hablar todo lo seria y jocosamente que podamos del momento de la vida en que nos encontramos los dos (él hace cinco años que no viene a la Argentina y yo no llegué nunca hasta la ciudad del norte de Inglaterra en cuyo hospital él lleva trabajando una década, así que va a ser bastante intenso el encuentro).
El primer libro del paquete se llama Book of Dead Philosophers, es de un inglés llamado Simon Critchley y dice en el prólogo que es una lástima que la filosofía haya abandonado su propósito original, que era a grandes rasgos ayudarnos a alcanzar la sabiduría y así alcanzar la felicidad. Según Critchley, el desarrollo de la filosofía imitó el de la ciencia en su búsqueda de la verdad absoluta, alejándose más y más de su tema central, aquel que enunció Cicerón en su famosa frase: “Filosofar es aprender a morir”. Critchley dice que en la manera de morir de cada filósofo está su enseñanza primordial, y eso es lo que relata su pequeño gran libro: la muerte de 190 filósofos, desde la Grecia antigua hasta acá. Además de dar clase en la hiperseria New School for Social Research de Nueva York, Critchley es también el filósofo residente de algo llamado la Internacional Necronáutica (www.ne cronauts.org), un grupo multidisciplinario que se propone “mapear, colonizar y eventualmente habitar el territorio de la muerte”. Quizás algunos recuerden las hilarantes actas de la Recherche sur la sexualité que encararon los surrealistas en el año ’30: unas deliberaciones delirantes en las cuales los miembros del grupo confesaban y hacían confesar a personas “normales” sus gustos sexuales, y de esas confesiones sacaban unas conclusiones y patrones de comportamiento asombrosos (“De los sitios para eyacular, los belgas prefieren la axila de la mujer y los franceses entre los pechos; los británicos, por su parte, se inclinan por la palma de la mano propia”). Algo de eso, y algo de los extraordinarios Monty Pithon, tiene el libro de Crichtley (quien, en un reportaje que encontré en Internet, cuenta cómo imagina morir él: “Me gustaría desaparecer de escena perseguido por un oso”).
Las instrucciones de mi amigo dicen que el libro de Crichtley hay que tenerlo en la mesa de luz e ir leyéndolo en grageas al azar, como quien tira el I Ching antes de dormir. Y, mientras tanto, debo avanzar con los otros dos libros. Antes de hablar de ellos, les relato la muerte que leí anoche, de un tal Periandro, considerado por Eneas y Diógenes Laercio uno de los Siete Sabios de Grecia, y por Aristóteles, un vulgar tirano. Llegado cierto momento de su vida, Periandro dio instrucciones y una bolsa de monedas a dos soldados para que se encontraran con un tercer hombre en un lugar determinado, lo mataran y lo enterraran. Luego arregló con otros cuatro soldados para que persiguieran a los primeros dos y los mataran. Y luego pagó a un contingente adicional de hombres para que persiguieran, dieran caza y mataran a aquellos cuatro. Hechos estos preparativos, partió al encuentro de los dos primeros soldados; el hombre que debían matar era él.
Los otros dos libros que me mandó mi amigo también tratan sobre la muerte, o ese aprender a morir del que hablaba Cicerón: uno es el último de Julian Barnes, Nothing To Be Frightened of (Nada de qué asustarse); el otro se llama Somewhere Towards The End (En alguna parte cerca del fin), y lo escribió una viejita llamada Diana Athill. Los treinta años que separan a ambos (Barnes tiene sesenta años, la viejita noventa y uno) son decisivos. A pesar del “nada que temer” que anuncia en el título, Barnes da muestra de todos los signos opuestos. Empieza su libro diciendo: “No creo en Dios pero lo extraño”; confiesa que no le importa tanto el morir en sí como el estar muerto (“la mera idea de la inexistencia me da escalofríos desde que tenía seis años”), pasa después a describir en terrible detalle los últimos momentos de vida de su padre y de su madre, y a cierta altura uno empieza a sentir que el pobre Barnes se sentó prematuramente a escribir su libro: está, como tantos de nosotros, mirando la muerte demasiado del lado de la vida (terrible ironía: apenas un mes después de la publicación del libro, la mujer de Barnes, la agente literaria Pat Kavanagh, tuvo un aneurisma cerebral y lo dejó viudo, sin hijos, lo que se dice solo).
La Athill, en cambio, una legendaria editora inglesa, que descubrió a Naipaul y a Elias Canetti, a Anthony Burgess y a Jean Rhys (y debió lidiar con ellos después), ha alcanzado un envidiable punto panorámico a sus 91 años. Leer su libro es una experiencia singular: como estar escuchando de incógnito el monólogo de una persona que habla con sus plantas mientras las riega, y de pronto empezar a sentir que las plantas le contestan a esa persona. Le comenté eso por mail a mi amigo esta mañana. Acaba de llegarme su respuesta. Dice que el libro de la Athill le hizo acordar a una paciente que tuvo hace unos años en el hospital. La mujer no tenía parientes, le quedaba ya muy poco de vida pero llegó perfectamente consciente hasta el final y le pidió a mi amigo si podía sostenerle la mano. Estuvieron así un buen rato hasta que de pronto ella entreabrió los ojos y dijo sus últimas, alucinantes palabras: “Llevo un rato muerta y casi no se nota la diferencia”.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Álvaro Colomer dixit

"El 12 de febrero se cumplirán veinte años de la muerte de Thomas Bernhard y yo me pondré los zapatos que robé en su casa-museo de Ohlsdorf. Lo haré de madrugada, cuando la ciudad haya caído en el más profundo de los silencios. Me levantaré de la cama, me calzaré sus botines y me ilusionaré pensando que soy el escritor más feroz del mundo. Como tantas otras personas, me enamoré de Thomas Bernhard a una edad temprana. Yo apenas era el borrador de un proyecto de escritor y acudía a las tertulias que José Boix, director de la revista de creación "El vendedor de pararrayos", organizaba en un garito del barrio de Gracia. Allí me hablaron por primera vez del austríaco y enseguida corrí a una librería para comprarme su pentalogía autobiográfica. Nunca volví a ser el mismo. Su prosa alambicada, musical, repetitiva se adentró en mi interior como rayo partiendo árboles. Intenté emularlo, por supuesto que intenté emularlo, y fracasé estrepitosamente. No podía ser de otro modo. Sólo puede haber un Bernhard y murió, hace ahora veinte años, sin que nadie se enterara. Había dado instrucciones de engañar a todo el mundo. El anuncio de su óbito llegó tres días más tarde y entonces se supo que lo habían enterrado tal y como vivió: en la más absoluta de las soledades. Así pues, como ya en aquel tiempo comprendí que jamás sería Thomas Bernhard, compré un billete de avión y me planté, si no recuerdo mal con veinticinco años, en Viena, desde donde cogí un autobús que habría de acercarme a la localidad de Ohlsdorf. Luego entré en su casa-museo. Me sorprendió la poca cantidad de libros que allí había, pero todavía me aturulló más los cientos de zapatos almacenados en las distintas alcobas. Fue entonces cuando, aprovechando la soledad del lugar, robé un par. Para disimular el hurto, coloqué los míos en la balda. A continuación abandoné el lugar y mis zapatos de Bernhard pisaron la nieve una vez más. Los botines me vienen grandes, pero no me importa. Me gustan así. Me los volveré a poner el 12 de febrero, y probablemente lo haga de nuevo en abril, cuando la editorial Alianza publique "Mis premios", obra póstuma que acaso no deberían traducir, dado que Bernhard ordenó en su testamento que ninguno de sus inéditos saliera jamás al mercado tras su defunción. No le han hecho caso en Austria, ni tampoco se lo harán aquí. Yo también pecaré. No podré contenerme. Me pondré mis/sus zapatos, caminaré hasta una librería y me compraré el libro, así como también el poemario que pronto publicará la editorial La uÑa RoTa. Quizás incluso me haga con la pentalogía autobiográfica que Anagrama publicará en un solo tomo, en vez de los cinco que lanzaron en su momento y que guardo en la estantería de los libros amados. Pero eso será después del aniversario. Porque el 12 de febrero me pondré nuestros zapatos simplemente para sentirme un poco Bernhard. Y supongo que me sentaré frente al escritorio para releer algunos pasajes de sus libros, como por ejemplo la descripción del cono perfecto en medio del bosque de Kobernauss ("Corrección"), o el silencio de los dos amigos de Glenn Gould cuando éste tocaba el piano ("El malogrado"), o las horas de agonía padecidas por el trasunto literario de Berhnard cuando fue encerrado en el sanatorio de Granfenhof para que muriera, convencidos como estaban los doctores de que jamás podrían curarlo de su enfermedad respiratoria ("El frío"). Luego encenderé el ordenador, echaré un vistazo al video que alguien colgó en YouTube donde se muestra la casa de Berhnard y me pondré a escribir mi siguiente novela. Entonces leeré en voz alta mi propio texto y comprenderé, una vez más, que nunca seré Thomas Bernhard."

domingo, 8 de febrero de 2009

Mickey Rourke dixit

En "La ley de la calle" había un paralelo muy importante con mi vida en la relación entre el Chico de la Motocicleta, mi personaje, y Rusty James, el de Matt Dillon. La cosa de los hermanos me resultaba muy cercana. En ese momento mi hermano Joe estaba en su primera batalla contra el cáncer, no sabía si se le terminaba el tiempo, y yo no estaba ahí para cuidarlo de la manera que debía. Estaba demasiado preocupado con aprender mi oficio y todo eso. A Joey le dieron la extremaunción dos veces. Así que su vida, para mí, es un regalo. Creo que después traté de recuperar el tiempo porque me sentí responsable.
Francis Ford Coppola nos dirigía desde el trailer, lo que era muy psicodélico, con el baterista de The Police, Stewart Copeland, a su lado tocando tambores, para mantener el ritmo. Francis escribía y nosotros improvisábamos. Nos hablaba desde un micrófono: tenía sus rollos personales y estaba experimentando con no estar en el set. Francis usaba metáforas sofisticadas y la mayor parte del tiempo yo no entendía de qué carajo estaba hablando. Pero nadie me había hablado así antes, de modo que estaba bien. Yo lo respetaba.
Durante el rodaje me vinieron a avisar de que mi padre se estaba muriendo. Y en la película había toda esta cosa de pensar sobre la identidad. ¿Quién era mi padre? Yo recién lo conocía, nos habíamos escrito un par de veces y estaba a punto de pedirle que me visitara.
Así que perdí la oportunidad de tener una relación amistosa con él. Era demasiado tarde. Demasiado tarde para mí y demasiado tarde para el Chico de la Motocicleta, también. Me hizo sentir que ya no había razones para seguir viviendo, que no había motivos para que yo siguiera aquí, y usé esa sensación en la película. Fue un tiempo doloroso. El padre de Dennis Hopper murió durante el rodaje, y mi padre murió justo cuando lo terminamos. El hijo de Coppola había muerto poco tiempo antes. Creo que Francis, en parte, era el Chico de la Motocicleta. Fue un film muy innovador, muy simbólico, muy místico. Cuando voy a Europa, todavía vienen jóvenes a hablarme de "La ley de la calle". Por supuesto, en Estados Unidos no la vio nadie.

Al levantarme de la cama en el silencio de la noche

Por Orhan Pamuk
Sobre mi mesa hay un pececito feísimo. Tiene la boca enormemente abierta, el ceño fruncido y abre los ojos con dolor. Un pequeño cenicero en forma de pez. Sacudes la ceniza del cigarrillo que tienes en la mano en la enorme boca del pez. Puede que el pez esté tan agitado porque cada dos por tres le meten ese cigarrillo en la boca. De repente, pat, la ceniza del cigarrillo cae en la boca del pez, pero eso no le importa al fumador. Alguien hizo un cenicero de porcelana en forma de pez y el pobre pez se quemará durante años; además tiene la boca que habrá de llenarse de sucia ceniza muy abierta para que le entren con toda facilidad colillas, cerillas y otras porquerías.
Ahora el pez está sobre la mesa, pero poco antes no había nadie en la habitación. Al entrar vi la boca del pez y en el silencio de la noche comprendí que el cenicero-animal llevaba horas esperando angustiado. No fumo y no lo tocaré, y además en este momento, mientras camino descalzo y en silencio por la casa en penumbra en medio de la noche, sé que dentro de poco me olvidaré del pobre pez.
Sobre la alfombra hay un triciclo infantil; tiene las ruedas y el sillín azules y la canastilla y el guardabarros rojos. El guardabarros es, por supuesto, ornamental; está hecho para que niños pequeños pedaleen lentamente en casas y balcones, en superficies libres de barro. Pero, de todas maneras, el guardabarros le da un aspecto de plenitud y acabado. Es como si tapara las carencias del triciclo, lo envejeciera, lo madurara y lo hiciera más serio, aproximándolo al ideal de bicicleta alta y normal. Pero al mirar mejor el triciclo en medio del silencio y la quietud, me doy cuenta rápidamente de que lo que me une a él, lo que consigue que establezca una relación con él, como con todas las bicicletas, es el manillar. Me parecen seres vivos, criaturas, gracias al manillar. El manillar es la cabeza, la frente y los cuernos de las bicicletas. Me hago una idea de su personalidad mirándoles el manillar, de la misma manera que con las personas mirándolas a la cara. Este triciclo pequeño y regordete tiene el cuello doblado, como todas las bicicletas tristes, y el manillar no está hacia delante sino ligeramente girado a un lado. Como todos los tristes, está nervioso por sus expectativas de futuro. Con todo, en su plástico y en su forma de estar sobre la alfombra, hay una tranquilidad que hace olvidar la tristeza.
Entré silenciosamente en la penumbra de la cocina. El frigorífico está reluciente y repleto como los bulevares de las ciudades lejanas y felices.
Cogí una cerveza. Me senté a la mesa vacía y me la bebí muy serio. El plástico y transparente molinillo de pimienta me observaba en el silencio de la noche.

viernes, 6 de febrero de 2009

"Si alguien tenía que saberlo..."

Expertos en el Vaticano y el mismo portavoz papal, Federico Lombardi, le atribuyen al cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos (foto) la responsabilidad por no haber informado al Papa sobre las declaraciones negacionistas de Richard Williamson. En un comunicado emitido el miércoles por el papa Benedicto XVI se afirma que "el Santo Padre no estaba en conocimiento cuando se levantó la excomunión" del obispo Williamson. El cardenal Castrillón, que propuso la medida, fue acusado de ocultar al pontífice las ideas negacionistas del obispo. "Si alguien tenía que saberlo, ese era el cardenal Castrillón Hoyos", reconoció este jueves el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, en una entrevista al diario católico francés 'La Croix'. Para Marco Politi, vaticanista del diario italiano 'La Repubblica', Castrillón "tiene una gran responsabilidad". Para el experto, la decisión de Castrillón en medio de la abundancia de información disponible sobre las posiciones reaccionarias de Williamson hace suponer que la intención del cardenal colombiano era "perdonar a los lefebvrianos sin exigirles nada".
De acuerdo con el vaticanista, "se sabe que el cardenal Giovanni Battista Re, quien firmó el decreto que levantó la excomunión, está irritado por la manera de actuar de Castrillón Hoyos".
Castrillón Hoyos está por cumplir 80 años y, cuando lo haga, dejará su cargo como presidente de la comisión pontificia Ecclesia Dei, encargada de mediar con los ultraconservadores del movimiento fundado por monseñor Marcel Lefebvre, al cual pertenece Williamson. El cuestionado cardenal fue uno de los primeros purpurados latinoamericanos designados por el fallecido Juan Pablo II para trabajar en la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia.

martes, 3 de febrero de 2009

La estupidez no tiene límites, la paciencia de los colombianos tampoco

(Tomado de El Tiempo)
"Álvaro Uribe le pidió a la Virgen que 'apacigüe' su 'ser en llamas'. El mandatario acudió a la Virgen de Los Remedios, patrona de Riohacha, para orar por la situación de las últimas horas con motivo de la liberación de los seis secuestrados que tenían las Farc. Como se sabe, el pasado domingo, el mandatario sacó del camino de las liberaciones a la senadora Piedad Córdoba y a los demás miembros de la comisión de Colombianos por la Paz, que ese día logró la libertad de cuatro uniformados. La decisión de Uribe, que en un momento dado hizo temer por el regreso a la libertad de Alan Jara y Sigifredo López, fue motivada por la acusación que el periodista Jorge Enrique Botero hizo sobre supuestos "seguimientos" de aviones militares colombianos a la comisión humanitaria. A Uribe también lo indispuso la entrevista que Botero, acompañante de Piedad, concedió al canal Telesur el domingo en plena liberación. Y no solo eso. También lo afectó el que el periodista hubiera facilitado una entrevista con el guerrillero alias 'Javier Martínez', quien aprovechó la oportunidad para insultar al Gobierno. El relato que los liberados hicieron en la Casa de Nariño, en la noche del domingo, llevó a Uribe a la conclusión de que se habían violentado los compromisos asumidos para la liberación. Por eso tomó la determinación de dejar solo al Comité Internacional de la Cruz Roja y al gobierno brasileño, la recuperación de los demás secuestrados. Pero hubo algo más que prendió en "llamas" a Uribe. Fue el carrobomba detonado por las Farc, según las autoridades, cerca de una estación de policía en Cali, el mismo domingo, y que costó la vida a tres personas. No obstante su indignación por las acciones "terroristas" de las Farc al mismo tiempo que liberaban a los uniformados, ayer en la mañana Uribe reversó su decisión y autorizó de nuevo a la senadora Piedad Córdoba para ir por Jara y López.
Uribe aprovechó su asistencia en Riohacha a un consejo comunal, para visitar a la Virgen de los Remedios, patrona de la ciudad. Durante la eucaristía anunció también que revisaría con "cuidado" los "pasos humanitarios" que actualmente se están dando, para que no sean aprovechados "por los interesados en la exaltación del terrorismo". Aunque Uribe iba a un consejo comunal y a impulsar proyectos turísticos en compañía de varios empresarios, tuvo tiempo para visitar la Catedral de la Virgen de los Remedios, de la cual se ha declarado devoto y visitado en varias oportunidades, y ante ella, hizo de nuevo su consagración. Uribe dijo: en este día consagramos totalmente a ti nuestra vida, trabajos, penas y alegrías, triunfos y fracasos. Todo cuanto somos y tenemos; nuestro ser. Queremos que tú, como Madre espiritual, nos ayudes siempre y nos protejas de todo peligro en el alma y en el cuerpo. Alcánzanos de tu hijo Divino Jesucristo las gracias y favores que suplicamos a él, por tu intercesión. Te prometemos, Madre Mía de Los Remedios, esforzarnos para ser católicos convencidos de nuestra fe y apóstoles de Jesucristo en todas las circunstancias. Le pedimos a la Santísima Virgen que nos ayude para que tengamos una Colombia sin terrorismo, próspera, recta, con justicia social. Una Colombia que logre la liberación de los secuestrados, la eliminación del secuestro, la eliminación de la violencia, que evite la recuperación de los terroristas. Una Colombia que pueda defenderse de esta crisis de la economía, que avance por un camino de superación de la pobreza, de las dificultades, y que los colombianos tengamos una actitud de rectitud, de firmeza, de prosperidad. Saludamos a Nuestra Señora de Los Remedios con toda devoción".

domingo, 1 de febrero de 2009

Rubem Fonseca dixit

"Acostumbro a usar, alternadamente, dos relojes de pulso. El que prefiero, por motivos sentimentales, muestra sólo el día del mes. El otro, además del día del mes, muestra el día de la semana. Desde que era niño nunca me acuerdo, sin hacer algún esfuerzo mnemónico, en qué día del mes estamos. En los últimos años, como trabajo solamente en casa, tampoco me puedo acordar, sin movilizar mi memoria, del día de la semana”.