Al Gore, el flamante nuevo premio Nobel de Paz, participó en la guerra de Vietnam. El amplio uso que hizo Estados Unidos del napalm mutiló y mató a miles de civiles y el empleo de defoliantes, utilizado para eliminar la cobertura vegetal, devastó el medio ambiente de un país esencialmente agrícola. Como resultado de ocho años de utilización de estas tácticas bélicas, se estima que murieron más de dos millones de vietnamitas, tres millones fueron heridos y un millón y medio de niños quedaron mutilados o huérfanos. También murieron 57.685 estadounidenses y unos 153.303 fueron heridos. Vano intento por cantar en español el mejor verso de Dylan: “The ghost of electricity howls in the bones of her face” (“El fantasma de la electricidad aúlla en los huesos de su rostro”), periodismo de escritorio, caspa narrativa, literatura para leer en los paraderos, radio pirata & portátil, discos rayados, consejos para llegar a La Nada, comentarios varios, digresiones en orden alfabético, abrazos, besos; el último que salga, que cierre la puerta y apague la luz.
viernes, 12 de octubre de 2007
Una verdad inconveniente
Al Gore, el flamante nuevo premio Nobel de Paz, participó en la guerra de Vietnam. El amplio uso que hizo Estados Unidos del napalm mutiló y mató a miles de civiles y el empleo de defoliantes, utilizado para eliminar la cobertura vegetal, devastó el medio ambiente de un país esencialmente agrícola. Como resultado de ocho años de utilización de estas tácticas bélicas, se estima que murieron más de dos millones de vietnamitas, tres millones fueron heridos y un millón y medio de niños quedaron mutilados o huérfanos. También murieron 57.685 estadounidenses y unos 153.303 fueron heridos.
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