jueves, 11 de octubre de 2007

Un brazo cocinándose a fuego lento

Cuando agentes de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal llegaron a arrestarlo, el poeta José Luis Calva Zepeda estaba cocinando los restos de su pareja aderezados con limón. Los investigadores se llevaron la sorpresa cuando ingresaron al pequeño apartamento del autor, ubicado en el céntrico barrio de Guerrero. Lo buscaban por su presunta implicación en el homicidio de una mujer. En el interior de la vivienda, los peritos encontraron el cuerpo descuartizado de Alejandra Galeana Garavito, de 30 años y madre de dos hijos.
Las autoridades hallaron el tronco oculto en un armario, un brazo cocinándose a fuego lento en una olla, restos de carne en una sartén, una pierna conservada en el refrigerador y varios huesos entre una caja de cereal. Además, los agentes descubrieron una novela inconclusa titulada 'Instintos Caníbales o 12 días', que versa sobre la antropofagia, el sexo, el sadomasoquismo y la coprofagia. Al parecer, el asesino era un incipiente poeta y escritor de novelas de terror para cine y teatro, y entre los cajones de su casa había varios textos escritos de su puño y letra.

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