Jonathan Demme entierra, de una vez por todas, al caníbal más famoso de todos los tiempos y opta por diseccionar la intimidad de una familia disfuncional, en esta ocasión con la excusa del matrimonio de Rachel, la hija mayor de una pareja de separados. La película ha debido llamarse "Kym regresa de terapia" pues es una estupenda Anne Hathaway la que lleva el tambaleante barco a puerto seguro. Rachel getting married trata de todo lo imaginable sin decirlo apenas: familia, hermandad, racismo, amor, odio, culpa, world music, tolerancia, cultura, sexo, guerra, dolor, expiación, etc. Con tanto por delante, uno entiende que Demme alargue lo que no ha debido haber alargado, pero, por lo mismo, le agradece que se haya tomado el tiempo para repetir que la ropa sucia se lava en todas partes y delante de todas las personas. Vano intento por cantar en español el mejor verso de Dylan: “The ghost of electricity howls in the bones of her face” (“El fantasma de la electricidad aúlla en los huesos de su rostro”), periodismo de escritorio, caspa narrativa, literatura para leer en los paraderos, radio pirata & portátil, discos rayados, consejos para llegar a La Nada, comentarios varios, digresiones en orden alfabético, abrazos, besos; el último que salga, que cierre la puerta y apague la luz.
viernes, 10 de abril de 2009
Rachel getting married
Jonathan Demme entierra, de una vez por todas, al caníbal más famoso de todos los tiempos y opta por diseccionar la intimidad de una familia disfuncional, en esta ocasión con la excusa del matrimonio de Rachel, la hija mayor de una pareja de separados. La película ha debido llamarse "Kym regresa de terapia" pues es una estupenda Anne Hathaway la que lleva el tambaleante barco a puerto seguro. Rachel getting married trata de todo lo imaginable sin decirlo apenas: familia, hermandad, racismo, amor, odio, culpa, world music, tolerancia, cultura, sexo, guerra, dolor, expiación, etc. Con tanto por delante, uno entiende que Demme alargue lo que no ha debido haber alargado, pero, por lo mismo, le agradece que se haya tomado el tiempo para repetir que la ropa sucia se lava en todas partes y delante de todas las personas.