La vida de Andrés Caicedo contada por Andrés Caicedo y montada por Alberto Fuguet ("Mi cuerpo es una celda", Norma, 2008) no remite a libros como "El rock de la cárcel" de José Agustín sino a canciones como "Letter to Hermione" de David Bowie: un adolescente sensible le pide cuentas al mundo. Como se sabe, jamás el mundo devuelve favores y al muchacho le toca arrastrar su despecho por una ciudad bautizada Santiago de Cali.
Como yo no compro libros que no me canten desde el estante, iba a dejar pasar esta joyita. Menos mal me devolví pese a la horrible carátula. El libro de Caicedo/Fuguet acaba hasta con el nido de la perra. Atrás quedan el mito, San Andrés del Sagrado Seconal, las fotos de Eduardo "La rata" Carvajal y ese espejismo llamado Caliwood. Fuguet hizo la tarea: nos devolvió al joven que se mató, sin más, sin maquillaje.
No quiero ni pensar en lo que hubiera quedado el encargo de habérselo solicitado a Rodrigo Fresán.