Al primer cowboy del país no le gustan los periodistas críticos. Él los prefiere mudos, rezanderos. Al escoger a su actual jefe de prensa se dio gusto por partida doble: César Mauricio es un auténtico cipayo, además de miembro destacado del Opus Dei. He aquí al pobre hombre del maletín negro soportando una de las "bromas" de su jefe.
No recuerdo, en el pasado reciente de la historia colombiana, una imagen tan humillante para la prensa y el periodismo como esta.
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