"Estuve hojeando en una librería la última novela de Ángela Becerra, Ella que todo lo tuvo, ganadora del Premio Planeta Casa-América y me pareció una maravilla: el título, la carátula con una lágrima, los sendos epígrafes intelectuales para contrastar - Coetzee, Octavio Paz y Alejandra Pizarnik- no vaya a ser que la acusen de romanticismo desbordado. Y como si fuera poco, en la solapa, la increible génesis de la historia: Ángela Becerra estaba en el Harry´s Bar de Firenze -ella nunca está en cualquier sitio, en la pasada novela era Shakespeare & Company de Paris-, un día de invierno, tomándose un Dry Martini y de pronto, ¡Eureka!, entró una mujer muy especial que traslucía una gran tristreza y a partir de ahí nació la novela. Realmente genial. Se lo leí a un amigo que me acompañaba pero él, más escéptico y sibarita que yo, me dijo lapidariamente:-"¿Un Dry Martini en invierno? Esta pobre no le pega ni a los cocteles".