“En primer lugar, me he propuesto rebajar drásticamente mis expectativas sobre el nuevo emperador afroamericano que, en todo caso, tampoco eran excesivas: no me gusta su silencio sobre la masacre de Gaza, y casi menos que haya elegido al reverendo pastor evangélico Rick Warren -conocido por su radical oposición al aborto y a los matrimonios gays- para pronunciar la solemne Invocation en la ceremonia de su toma de posesión”.