Con ayuda de tres vírgenes Uribe buscó la solución a crisis entre Colombia, Ecuador y Venezuela. A la de Coromoto (Venezuela), Las Mercedes (Ecuador) y Chiquinquirá fue dedicado el rosario del pasado 5 de marzo en la Casa de Nariño, al que asistieron los ministros de Defensa e Interior.
Y para los creyentes, la misa fue más que efectiva, pues dos días después los mandatarios de los tres países estrecharon sus manos en la Cumbre del Grupo de Río, en República Dominicana, y para muchos se acabó la crisis.
El Presidente es un hombre creyente, que siempre lleva consigo una cruz de madera y metal, carga un rosario que usa en algunos de sus recorridos en carro. También lo han escuchado orar en el avión presidencial y varias veces ha dicho -entre broma y verdad- que al yoga le mezcla algo de oración. "Yo creo que eso es cierto", confirma el padre Julio Solórzano, capellán de la Casa de Nariño. Uno de sus colaboradores más cercanos explica que Uribe "es un hombre de fe y lucha por ser coherente a esa fe en el sentido laborioso, agradando a Dios con su trabajo". Y por ello, Uribe ha orado en las últimas semanas por su salud, según le contaron a este diario fuentes de Palacio. Al Presidente le preocupa tener que bajarle al ritmo por esa "gripita" que se le quita y le "vuelve a aparecer", como lo confesó el pasado mes de febrero en un Congreso de Cardiología en Cartagena. El padre Solórzano, quien ofició hace dos semanas el rosario a las tres santas patronas, resalta dos virtudes de Uribe: la primera, que "es un hombre ecuménico", en referencia a que es abierto a aceptar invitaciones de iglesias cristianas y a participar en sus misas; la segunda, es que "convoca a la oración (...) No conozco un ser humano por el que se ore tanto". Solórzano explica que cuando lo acompaña en sus viajes por el país son muy frecuentes las palabras de pobladores diciendo: "Estamos orando por el Presidente". Y funcionarios de Palacio confirman que a donde Uribe va le regalan estampas, medallas y cruces que guarda en su despacho. Allí, en su oficina, lo han escuchado leer Salmos. Unos, como el 27, para darse fuerza: "(...) Señor, muéstrame tu camino; guíame por el buen camino a causa de mis enemigos; no me entregues a su voluntad, pues se han levantado contra mí testigos falsos y violentos". Otros, como el Miserere, los lee para controlar ese temperamento fuerte que a veces no puede contener: "Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito, lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame". Todo esto ilustra cómo está presente la religión en cada momento de la vida de Uribe, quien todos los días encomienda a Dios y a la Virgen sus decisiones de Gobierno. Su Virgen de tradición es María Auxiliadora, de Sabaneta (Antioquia), pues de ella era devota su señora madre. Y a esa Virgen, dicen quienes lo conocen en Palacio, es a quien encomienda su familia. A ella también le pide fuerza para no ceder en sus convicciones, como cuando se empezó a hablar de un referendo en el que se decidiera si se hacía una zona de despeje: "María Auxiliadora dame energía para emprender desde las cinco de la mañana la conversación con mis compatriotas para enfrentar esas nuevas tentativas de zona de despeje", dijo el 9 de diciembre del 2006, en Corrales, Boyacá. Aunque el mandatario no es activo participante de la Semana Santa (porque dedica estos días en descansar en su finca 'El Ubérrimo', en Córdoba, y a seguir gobernando vía telefónica), a lo largo del año hace visitas a varios santuarios de la Iglesia Católica. El pasado 2 de febrero, estuvo en la misa anual a Nuestra Señora de Los Remedios, Patrona de La Guajira. A ese evento, en Riohacha, no ha faltado ninguno de los años que ha ejercido como Presidente. "Quiero invitarlos (...) a que le pidamos a la Santísima Virgen por la paz de Colombia, por la prosperidad de todos los colombianos y por la rectitud de quienes tenemos deberes profesionales públicos", dijo este año. Quienes lo han acompañado en sus viajes saben de su devoción por El Señor de los Milagros de Buga. En el 2004 Uribe le dio instrucciones al ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego, para que le reservara un cupo en la inauguración del tren turístico que conecta a La Tebaida (Quindío) con Buga (Valle): "Me guarda un puestecito -le dijo al Ministro-, porque vivo en sobregiro con el Señor de los Milagros".
Se refería a que a él le pide constantes favores: "Hay que pedirle hoy al Señor de los Milagros que no nos deje aflojar la mano, que nos la apriete más a ver si podemos darle a este país rápidamente la paz", dijo Uribe en septiembre de ese año.
El ministro del Interior, Carlos Holguín, es devoto del Milagroso de Buga. Tiene en su oficina un cuadro pequeño con la imagen que le dieron familiares. El presidente de la ANDI, Luis C. Villegas, lleva consigo la imagen del Milagroso de Buga, junto al escapulario del Divino Niño y la Virgen de la Medalla Milagrosa. La presidenta del Senado, Nancy P. Gutiérrez, se encomienda a María Auxiliadora. Lleva consigo una estampa de la Virgen que le dio una monja hermana suya.