martes, 25 de marzo de 2008

"No nos vamos a ganar ni un peso" (con nuestro secuestro)

Los tres ciudadanos estadounidenses secuestrados en Colombia por la guerrilla de las FARC han acordado vender de manera conjunta los derechos de su historia para una película que, en principio, ofrecerán a su compatriota Oliver Stone, según ha publicado la revista colombiana Semana. Los ex congresistas colombianos liberados Gloria Polanco, Orlando Beltrán, Eduardo Géchem y Luis Eladio Pérez, puestos en libertad el 27 de febrero fueron testigos del acuerdo que los tres americanos raptados sellaron en medio de un desconocido paraje de la selva colombiana
"Los tres (Thomas Howes, Marc Gonsalves y Keith Stansell), que han estado bastante deprimidos por su situación, un día aparecieron joviales, riéndose y abrazándose de forma inusual", dice la versión, y añade que "cuando les preguntaron qué había pasado, contaron que finalmente habían acordado cómo manejarían los derechos sobre su historia de su secuestro una vez estuvieran en libertad". Según Semana, los estadounidenses "escribieron en un acta que ninguno podría venderla individualmente y que se la ofrecerían a Oliver Stone para que hiciera una película". "El acta fue firmada con testigos y todo, y esa noche se celebró el acuerdo", prosigue la publicación, que sugiere que los extranjeros alcanzaron el consejo poco antes de que las Fuerzas Armadas Revoluconarias de Colombia (FARC) pusieran en libertad, el pasado 10 de enero y gracias a la mediación del presidente venezolano, Hugo Chávez, a la ex candidata a vicepresidente Clara Rojas y a la ex legisladora Consuelo González de Perdomo.
La revista dice que Howes, Gonsalves y Stansell se llevaron la sorpresa de que Stone había viajado, como invitado por Chávez, a la misión humanitaria del pasado enero, que tuvo como centro la ciudad central colombiana de Villavicencio.
"Aparentemente les dio un patatús y uno de ellos habría dicho: 'Va a hacer la película por cuenta de Chávez y no nos vamos a ganar ni un peso', apunta Semana. Los estadounidenses eran contratistas del Pentágono que el 13 de febrero de 2003 cayeron en poder de las FARC cuando realizaban una misión aérea por el departamento selvático sureño del Caquetá. Al parecer, la aeronave que ocupaban fue derribada por los insurgentes, que dieron muerte a otro norteamericano y a un oficial colombiano que viajaban con ellos.