"Ahora, Barack Obama llena estadios con 20 mil personas. Fascina. Para el escritor Shelby Steele, él les da a los blancos la sensación de una redención posible. Con Jesse Jackson y Al Sharpton, los blancos se sienten blancos. Obama suprime la ansiedad de ser blanco. Salvador, redentor. Estados Unidos le pide mucho. Pero, después de todo, Barack Obama no es más que un hombre."