Por Paula Carri
La web es ese ámbito virtual donde una hormiga puede convertirse en gigante. Y viceversa. Allí, una hormiga puede pasar por perro y un perro puede esconderse tras la identidad de cualquier otra cosa (existe un chiste de un periódico inglés al respecto –y buena parte de los ejecutivos de las TICS lo tienen en su escritorio–). Pero puede pasar que, cada tanto, algún can cuente que está levantando la patita para hacer pis. Y ahí se arma el lío: más o menos esto es lo que pasó con la amplia convocatoria en Facebook (http://facebook.com/) a la marcha Un millón de voces contra las FARC, desde el grupo del mismo nombre. Pese a su proclama de “clara”, “específica” y “sin orientación política”, no fueron apoyadas allí las causas que reivindicaban las manifestaciones en contra no sólo del terrorismo de las FARC, sino de cualquier tipo de terrorismo en Colombia (no debe olvidarse que hay 53 congresistas que están siendo investigados por su relación con grupos paramilitares –paracos–). Ante la poca disposición para acoger en el seno del grupo a quienes no acusan de todos los males de Colombia sólo al grupo guerrillero, ellos decidieron cobrar identidad propia: “Un millón de voces contra todo tipo de terrorismo en Colombia!!!” tiene 13.000 miembros y crece a diario. Desde allí se propaga la idea de que “la violencia en Colombia no nació de la noche a la mañana, empezó por la desigualdad social y la corrupción de la clase dirigente, que aún persiste”. Desde el grupo se difunde la Convocatoria Marchemos, sobre la marcha del próximo 6 de marzo que convoca la Comisión Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado.
Para quienes no usan Facebook (y debo decir que abundan los que se niegan, aterrados por el spam “relacionista” que abarca desde propuestas sexies hasta ositos que “vuelan” por el mundo de una patada –sí, ahí–), hay un blog ad hoc. Se llama Marcha 6 de marzo (http://marcha6marzo.blogspot.com/) y fue creado por la misma comisión. En tanto, los mares electrónicos de otras partes del mundo siguen agitados por la situación en Colombia, donde la convocatoria del 4 de febrero tuvo réplicas virtuales pero también reales. Uno de los debates más interesantes se está desarrollando en uno de los blogs del diario francés Le Monde, Sociología para novatos (http://socioenlinea.blog.lemonde.fr/). Otro sitio web que sigue de cerca las alternativas en Colombia y su resonancia en el resto del mundo es el blog EquinoXio (http://equinoxio.org/). Con bloggers de distintas partes del mundo, pueden leerse allí crónicas completas y análisis desde varias miradas sobre el tema. Además, el sitio DerechosHuman Rights (http://derechos.org/), que forma parte de Radio Nizkor (http://radionizkor.org/), advirtió en su post del 31 de enero, con la firma de Claudia Julieta Duque O. sobre la “separación esquizofrénica de la sociedad colombiana. Si antes este país estaba polarizado, después del 4 de febrero estará completamente dividido” y que “terminaremos aceptando que es mejor un inocente preso que cien culpables en la calle” y que, seguirán existiendo “millones de desplazados que no importan, porque para ellos la patria no es más que un lugar del que han sido desterrados desde tiempos inmemoriales”.
La web es ese ámbito virtual donde una hormiga puede convertirse en gigante. Y viceversa. Allí, una hormiga puede pasar por perro y un perro puede esconderse tras la identidad de cualquier otra cosa (existe un chiste de un periódico inglés al respecto –y buena parte de los ejecutivos de las TICS lo tienen en su escritorio–). Pero puede pasar que, cada tanto, algún can cuente que está levantando la patita para hacer pis. Y ahí se arma el lío: más o menos esto es lo que pasó con la amplia convocatoria en Facebook (http://facebook.com/) a la marcha Un millón de voces contra las FARC, desde el grupo del mismo nombre. Pese a su proclama de “clara”, “específica” y “sin orientación política”, no fueron apoyadas allí las causas que reivindicaban las manifestaciones en contra no sólo del terrorismo de las FARC, sino de cualquier tipo de terrorismo en Colombia (no debe olvidarse que hay 53 congresistas que están siendo investigados por su relación con grupos paramilitares –paracos–). Ante la poca disposición para acoger en el seno del grupo a quienes no acusan de todos los males de Colombia sólo al grupo guerrillero, ellos decidieron cobrar identidad propia: “Un millón de voces contra todo tipo de terrorismo en Colombia!!!” tiene 13.000 miembros y crece a diario. Desde allí se propaga la idea de que “la violencia en Colombia no nació de la noche a la mañana, empezó por la desigualdad social y la corrupción de la clase dirigente, que aún persiste”. Desde el grupo se difunde la Convocatoria Marchemos, sobre la marcha del próximo 6 de marzo que convoca la Comisión Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado.
Para quienes no usan Facebook (y debo decir que abundan los que se niegan, aterrados por el spam “relacionista” que abarca desde propuestas sexies hasta ositos que “vuelan” por el mundo de una patada –sí, ahí–), hay un blog ad hoc. Se llama Marcha 6 de marzo (http://marcha6marzo.blogspot.com/) y fue creado por la misma comisión. En tanto, los mares electrónicos de otras partes del mundo siguen agitados por la situación en Colombia, donde la convocatoria del 4 de febrero tuvo réplicas virtuales pero también reales. Uno de los debates más interesantes se está desarrollando en uno de los blogs del diario francés Le Monde, Sociología para novatos (http://socioenlinea.blog.lemonde.fr/). Otro sitio web que sigue de cerca las alternativas en Colombia y su resonancia en el resto del mundo es el blog EquinoXio (http://equinoxio.org/). Con bloggers de distintas partes del mundo, pueden leerse allí crónicas completas y análisis desde varias miradas sobre el tema. Además, el sitio DerechosHuman Rights (http://derechos.org/), que forma parte de Radio Nizkor (http://radionizkor.org/), advirtió en su post del 31 de enero, con la firma de Claudia Julieta Duque O. sobre la “separación esquizofrénica de la sociedad colombiana. Si antes este país estaba polarizado, después del 4 de febrero estará completamente dividido” y que “terminaremos aceptando que es mejor un inocente preso que cien culpables en la calle” y que, seguirán existiendo “millones de desplazados que no importan, porque para ellos la patria no es más que un lugar del que han sido desterrados desde tiempos inmemoriales”.