lunes, 2 de noviembre de 2009

"...el manicomio es el Monte Sinaí, maldito, en el que recibes las tablas de una ley que los hombres no conocen."

La poetisa Alda Merini, de 78 años, considerada la última gran exponente de este género en Italia, falleció este lunes en el hospital San Paolo de Milán tras una larga enfermedad. Merini dedicó su obra a los excluidos y a quienes sufren y sobre todo a la locura, dado que ella tuvo que ser internada durante un periodo en un centro de enfermos mentales.

Dos poemas de Merini en versión de Guillermo Fernández:

1.

LOCURA, mi joven y gran enemiga,
algún tiempo te llevé como un velo
en mis ojos, al conocerme apenas.
De lejos me viste, como blanco tuyo
y pensaste que yo sería tu musa;
cuando empezó la pérdida de dientes,
que aún me aflige entre tanto despojo,
compraste la manzana del futuro
para darme el fruto de tu fragancia.

2.

EL MANICOMIO es una gran caja de resonancia
y el delirio se vuelve eco,
medida el anonimato,
el manicomio es el Monte Sinaí,
maldito, en el que recibes
las tablas de una ley
que los hombres no conocen.