Un estúpido yo recoge los restos de la noche mientras el calor desfigura el paisaje moderno. Algunas lágrimas logran despertar muertos y otras arrojan a un muchacho a la orilla de este párrafo.
“Espera, espera”, le dicen sus hermanos antes de partir. El niño corre tras ellos pero cae al suelo. Desde allí todo se ve muy grande.
“Espera, espera”, le dicen sus hermanos antes de partir. El niño corre tras ellos pero cae al suelo. Desde allí todo se ve muy grande.