Según Erika Lust, autora de "Porno para mujeres: una guía femenina para entender y aprender a disfrutar del cine X", las mujeres buscan un cine realista y que a su vez no sea predecible.
■En la ya clásica Faster, Pussycat! Kill! Kill! (1965, de Russ Meyer) las mujeres protagonistas (tres bailarinas exóticas) son malas, malísimas como hasta ese momento al menos en el cine, sólo habían sido los hombres.
■La Dolce Vita (2006, Michael Lucas) un homenaje claro está a Fellini y quizás, como señalaron algunos críticos, la película porno más triste de la historia, con un ménage-à-trois deslumbrante y ganadora indiscutida en los GayVNAwars, los premios más importantes del cine porno gay.
■Superfreak (2006, de Shine Louise Houston), una institución en el mundo del porno queer hecho por, con y para mujeres. Protagonizada exclusivamente por chicas (los penes son de siliconas).
■NineSongs (2004, Michael Winterbottom). La pareja protagonista o tiene sexo o está en conciertos de rock. Fragmentaria por demás, la elige como tributo a Winterbottom, un ícono del cine independiente británico que decidió acercarse al cine porno.
■Contes Inmoraux (1974, Walerian Borowczyk). Una película sobre los placeres del pecado, que perturbará al espectador, una perfección estética de límites insospechados.
■Belladonna’s Fuckinng Girls Again (2005, Belladonna). Sexo duro, sucio y sin ningún tipo de tabúes. La actriz y directora la filmó embarazada de seis o siete meses. Un escándalo incluso entre los fans.
■Destricted (2006, cortos, dirigidos por Larry Clack y Gaspar Noé entre otros). Arriesgada y provocadora. Una producción donde conviven una secuencia larguísima en la que un hombre se masturba (personaje y espectadores quedan agotados) con la yuxtaposición de imágenes pornográficas que apenas se muestran, desaparecen.
■Afrodite Superstar (2007, de Venus Hottentot). Un detalle curioso, no define a su cine como porno sino como “cine provocativo e inteligente con contenido sexual explícito”. En la misma línea de Larry Clack o John Cameron Mitchell.
■En la ya clásica Faster, Pussycat! Kill! Kill! (1965, de Russ Meyer) las mujeres protagonistas (tres bailarinas exóticas) son malas, malísimas como hasta ese momento al menos en el cine, sólo habían sido los hombres.
■La Dolce Vita (2006, Michael Lucas) un homenaje claro está a Fellini y quizás, como señalaron algunos críticos, la película porno más triste de la historia, con un ménage-à-trois deslumbrante y ganadora indiscutida en los GayVNAwars, los premios más importantes del cine porno gay.
■Superfreak (2006, de Shine Louise Houston), una institución en el mundo del porno queer hecho por, con y para mujeres. Protagonizada exclusivamente por chicas (los penes son de siliconas).
■NineSongs (2004, Michael Winterbottom). La pareja protagonista o tiene sexo o está en conciertos de rock. Fragmentaria por demás, la elige como tributo a Winterbottom, un ícono del cine independiente británico que decidió acercarse al cine porno.
■Contes Inmoraux (1974, Walerian Borowczyk). Una película sobre los placeres del pecado, que perturbará al espectador, una perfección estética de límites insospechados.
■Belladonna’s Fuckinng Girls Again (2005, Belladonna). Sexo duro, sucio y sin ningún tipo de tabúes. La actriz y directora la filmó embarazada de seis o siete meses. Un escándalo incluso entre los fans.
■Destricted (2006, cortos, dirigidos por Larry Clack y Gaspar Noé entre otros). Arriesgada y provocadora. Una producción donde conviven una secuencia larguísima en la que un hombre se masturba (personaje y espectadores quedan agotados) con la yuxtaposición de imágenes pornográficas que apenas se muestran, desaparecen.
■Afrodite Superstar (2007, de Venus Hottentot). Un detalle curioso, no define a su cine como porno sino como “cine provocativo e inteligente con contenido sexual explícito”. En la misma línea de Larry Clack o John Cameron Mitchell.
De Página 12