Premiado en Cannes, Nuri Bilge Ceylan, el director de esta película, es una de las más gratas sorpresas cinematográficas de los últimos años. Este melodrama -exquisito visualmente hablando- que le debe tanto a James M. Cain como a Juan Rulfo, es uno de esos relatos que siguen dando vuelta en nuestras mentes, aun meses después de verlo. Eyup, el padre, Ismail, el hijo, y Hacer, la madre, son un rencor vivo (para citar la expresión rulfiana) pero son también el dolor, la vida que se desintegra y toda la culpa del mundo que no la lava toda la lluvia del mundo.