miércoles, 13 de febrero de 2013


Jacques Derrida habla sobre lo público y lo privado


En determinado momento de la vida y la trayectoria de un hombre público –de aquello que, siguiendo muy confusos criterios, denominamos “un hombre público”–, todo archivo privado –suponiendo que no haya allí una contradicción en los términos– está destinado a convertirse en un archivo público una vez que no ha sido quemado de inmediato (e incluso a condición de que, una vez quemado, no deje tras de sí la ceniza hablante y quemante de algunos síntomas archivables por la interpretación o el rumor público).