Una noche soñé con un paraíso. Desperté con una flor en mi mano. Murillo calló cuando se lo conté. Solía quedarse callada ante mis historias.
-No hables tanto, no inventes. Eres el primer inquilino del Hospedaje de la Lengua…
Mis ojos se perdían por la ventana. Miraban la vida que bullía en todas partes, menos allí. Era claro que no la amaba; la necesitaba. Me gustaba verla pintarse la boca, quitarse los calzones. Sentía lástima por ese inútil paso del tiempo. Nada hacíamos, salvo sobrevivir.
Un día, callé también. Vivía en un cuarto vacío, hacía meses.
Vano intento por cantar en español el mejor verso de Dylan: “The ghost of electricity howls in the bones of her face” (“El fantasma de la electricidad aúlla en los huesos de su rostro”), periodismo de escritorio, caspa narrativa, literatura para leer en los paraderos, radio pirata & portátil, discos rayados, consejos para llegar a La Nada, comentarios varios, digresiones en orden alfabético, abrazos, besos; el último que salga, que cierre la puerta y apague la luz.
lunes, 22 de noviembre de 2010
martes, 16 de noviembre de 2010
¡Harpo Marx habla!
Nueva York, años veinte. El Hotel Algonquin albergaba la Mesa Redonda, una tertulia que reunía a algunos de los mayores intelectuales neoyorquinos de los años veinte, como el reportero Alexander Woollcott, la narradora Dorothy Parker, el dramaturgo Ben Hecht, el guionista George S. Kaufman y el editor Harold Ross, fundador de la revista New Yorker. "Jamás contribuí con nada, pero absolutamente nada, a la Mesa Redonda. Sin embargo, fui aceptado inmediatamente como alguien que pertenecía al lugar. En realidad no esperaban que hablase: eso no sólo se debía a que yo representaba a un mudo bobalicón en escena y a veces también fuera de ella, sino principalmente a que yo aporté a la mesa otro tipo de talento -el único talento que le faltaba- : el de sentarse y escuchar."
(Fragmento perteneciente a la autobiografía del integrante "mudo" de los Hermanos Marx)
viernes, 12 de noviembre de 2010
Huele a muerto
Un blog es un blog es un blog. Sin alimento mueren hasta las estatuas. Seguiré dándole de comer a esta paloma rosa llamada Revolver Cali. Una rosa es una rosa es una rosa. Espero no defraudarlos más.
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